«La nueva PAC será un fracaso si Arias Cañete no elimina la discriminación que sufre España»

 

 

-¿Qué radiografía hace el director de FEPEX del sector de frutas y hortalizas en la actualidad?

Nuestro sector depende casi en su totalidad del mercado exterior. En muchas zonas las exportaciones representan el 80 % de las ventas totales y teniendo en cuenta que la Unión Europea es el mercado de importación más abierto a la importación de todo el mundo, reclamamos que se aplique el principio de reciprocidad pues mientras en la UE se les abre el mercado, nosotros seguimos enfrentando a mercados inaccesibles como la Costa Este de Estados Unidos, América Latina, Suráfrica, algunos de Extremo Oriente que aplican medidas fitosanitarias proteccionistas extremadamente eficaces mientras las instituciones europeas, como la Comisión, se rebelan de forma totalmente ineficaz para exigir la reciprocidad en la apertura de los mismos. Es una realidad que grandes exportadores de frutas y hortalizas a la UE mantienen sus mercados blindados a la importación de frutas y hortalizas procedentes de la UE. Por ejemplo EEUU, México, China… Por el lado positivo, destacar que la demanda de consumo en esos mercados se está comportando bien pues cada día existe mayor sensibilización de los consumidores en sus hábitos de consumo a favor de las frutas y hortalizas.

-Asegura el ministro Arias Cañete que la reforma de la PAC es muy beneficiosa para España, ¿qué opinión le merece su aplicación en el sector hortofrutícola?

Estamos igual que antes. Es decir, lo que está sobre la mesa es lo que propone la Comisión Europea. No ha habido ningún avance para el sector hortofrutícola español. Yo lo llamaría la “contrareforma” porque sigue existiendo una discriminación total con el sector hortofrutícola español fomentando, además, la distorsión de la competencia entre agricultores. Para que lo entienda todo el mundo: lo que va a suceder es que los agricultores tradicionales de frutas y hortalizas, entre los que me incluyo, que nunca hemos recibido ayudas directas de la PAC, vamos a competir con productores que sí tienen “mochila” o “sobre” como se llama coloquialmente a los que han recibido (subvenciones y derechos) si deciden incorporarse o dedicar parte de sus explotaciones al cultivo de frutas y hortalizas.  Estamos hablando de una discriminación entre agricultores que desarrollan la misma actividad y que penaliza, precisamente, a los agricultores más profesionales.

-¿Cómo puede afectar esta competencia “desleal”, si no se soluciona, en los mercados?

Generando distorsiones de la competencia. Estamos viendo ya como en algunos cultivos como patata -no sólo en España sino a nivel intracomunitario- se está produciendo esta circunstancia con productores ingleses, alemanes y ahora también los productores franceses de patata que cuentan con ayuda por superficie. Mientras, el sector español de la patata está exento, y eso genera intolerables distorsiones de la competencia en el conjunto de la UE. Quiero dejar claro que si el Ministerio español no es capaz de corregir esta discriminación tendrá que reconocerlo. Ya no se podrá hablar de un éxito en la reforma de la PAC porque el sector más importante de la agricultura española sale claramente perjudicado al soportar discriminaciones y distorsiones de la competencia. Defendemos la inclusión de las frutas y hortalizas en el régimen de pagos directos (al igual que el resto de sectores agrarios) precisamente porque hay dos principios básicos del derecho comunitario que se deben de respetar que son: no discriminación entre agricultores que desarrollen la misma actividad y no distorsión entre la competencia en el seno de la PAC.

-La ausencia de rentabilidad en origen con precios de ruina para el agricultor, ¿es ya un problema estructural?

-El problema de la crisis de precios en el campo es más complejo de lo que a veces se dice. Por un lado, es indudable que existen diferencias estructurales entre el sector productor y el de la distribución. Obviamente, el sector productor, por sus propias características, tiene un gran número de productores y está muy atomizado y, por otro, el de la distribución, también con sus propias características, está muy concentrado lo que genera distorsiones y tensiones en las relaciones en el ámbito de la producción y el de la distribución. Ahora bien, hay otra realidad que a veces no se menciona y que todos los que nos movemos en este sector conocemos bien. Y ésa no es otra que la ley de la oferta y la demanda. Lo estamos viendo en estos momentos en la campaña de patata  con unos precios a la producción en origen que triplican los del año pasado en las mismas fechas. Esto evidencia que siempre hablamos de concentración de la oferta hay que hablar también de la ordenación de la oferta en las zonas de producción cuando ésta es muy superior al volumen que demanda el mercado.

-Observatorios de precios, Lonjas, contratos de compra-venta no han resultado eficaces para solucionar este grave problema, ¿qué propone FEPEX?

-Nosotros hemos planteado reiteradamente al Ministerio de Agricultura que se puedan aplicar en España las circunscripciones económicas y, por fin, ha habido una respuesta positiva. A finales de este mes y, como digo, a iniciativa exclusivamente de FEPEX saldrá el Real Decreto de circunscripciones económicas una vez ya ha pasado el trámite del Consejo de Estado y de consulta de los Ministerios afectados.

-¿En qué consisten estas figuras y cómo van a beneficiar al sector en origen?

-El objetivo de las circunscripciones económicas, que están incluidas en la Organización Común de Mercado (OCM) de frutas y hortalizas y tan bien funcionan en otros países, es establecer medidas, con total rigor para ordenar la oferta en zonas de producción. Las medidas o extensión de acuerdos se aprobarán mediante un sistema de voto ponderado: tantos kilos, tantos agricultores, tantas hectáreas… de modo que se puedan establecer con las máximas garantías de control democrático y transparencia que requiere la ordenación de la oferta porque lo que está claro es que cuando los volúmenes se adecuan a los de la demanda, el mercado, en términos de rentabilidad para los productores, funciona.

-Hablando de presente y futuro ¿qué tipo de agricultura y qué producciones pueden ser las más rentables?

-La innovación es cada vez más un factor determinante de la competitividad. Prueba de ello es que dentro de las mismas especies hay una diferenciación o un comportamiento muy positivo de unas explotaciones con relación a otras y la diferencia se encuentra en el nivel de innovación por variedades, por técnicas de producción, innovación por fechas de comercialización etc. En cuanto a productos en los que veo buen comportamiento apuesto por  melocotón, ciruela, cereza, tomate, uva de mesa. Otro factor importante es ya de de economía de escala, es decir, un agricultor con una pequeña explotación que no pertenezca a una cooperativa, SAT, OPFH o empresa que apueste por este factor que genera valor añadido, lo va a tener más complicado.

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