Una de las consecuencias positivas de la crisis económica ha sido la creación de movimientos sociales que defienden la economía local basada en valores humanos como alternativa para salir de este “bache”. Seguro que conocen vecinos y amigos que cultivan sus propios productos en huertos ecológicos, que prefieren comprar en las tiendas de toda la vida del barrio antes que en hipermercados y grandes superficies, y que les gustan los productos de temporada y las tiendas artesanales. Incluso los más innovadores disfrutan compartiendo sus conocimientos y habilidades en bares o estudios con más personas con la única finalidad de potenciar el enriquecimiento mutuo. Cambio en el consumo, sin duda.
Algunos expertos aseguran que estamos viviendo un cambio en la forma de entender y vivir la economía y la sociedad. Según el sociólogo Paul Ray y la psicóloga Sherry R. Anderson, más de un tercio de la población occidental está preparada para el cambio y aseguran que ya está en marcha y que sólo es cuestión de tiempo, y no mucho, para ver nuevas realidades en acción.
En Valencia –aunque ya se ha extendido por toda España- tenemos un claro reflejo de este movimiento y se llama Red Sostenible y Creativa, fundada por el valenciano Ferrán Caudet. “Es una fundación que empezó con una revista y que tiene como función comunicar y conectar a personas para dar a conocer una economía basada en valores”, apunta.
Caudet explica que apostar por la economía humanizada le “vino por intuición, como todas los cambios importantes en la vida” y que fue motivada tras la caída de la entidad americana Lehman Brothers, “vi que era el momento de buscar nuevos referentes en la sociedad”, y añade “aunque yo creé el movimiento prefiero decir que nació a través de mí”. “Creemos que la salida a lo que llaman crisis, que para nosotros es una oportunidad para el cambio, está en que las propias personas se den cuenta del poder personal que tienen en la sociedad”, asegura Caudet.
En la actualidad son una fundación como personalidad jurídica y actualmente muchas ciudades españolas y latinoamericanas están desarrollando el proyecto. A esta expansión de la Red le llaman ‘nodos’, puesto que para ellos no existe delegaciones ya que no quieren que dependnn jerárquicamente de la sede de Valencia.
“La economía humanizada es una economía al servicio del ser humano, en vez de estar al servicio de las estructuras como pasa en la actualidad. Estamos viviendo en la economía del egoísmo y hay que impulsar la economía de la felicidad”, asegura Ferrán.
Respecto a la situación actual, el emprendedor critica que “no van a haber más funcionarios en la sociedad, de hecho cada vez hay menos, además las grandes empresas se están deslocalizando por lo tanto el tejido económico que va a quedarse es el de aquellas personas que generen autoempleo desde la creatividad y basándose en sus dones y talentos”. “Cuanto antes generemos autoempleo con valores antes saldremos de la crisis”, añade.
Otra parte importante de este movimiento es fomentar que las personas trabajen en lo que les gusta, o como ellos lo llaman, “la economía de los dones y talentos” ya que esa gente es “mucho más feliz”. De esta forma pretenden unir a las personas que están haciendo lo que les gusta para enseñar que es posible y fomentar así otro tipo de modelo. “Es networking, pero más allá, porque hablamos de ética y de valores, para nosotros la rentabilidad tiene que ver con la ética no con la cantidad de dinero que mueve una idea, es un networking de calidad”.
Así, para este movimiento es fundamental poner al ser humano por encima del acto económico, o lo que lo mismo “hacer las cosas bien, que no por que las empresas lo hagan poco significa que no sea posible”, explica Caudet, quien añade que en la actualidad hay empresas éticas y con valores que están creciendo por encima de la media, “ejemplos que hay que dar a conocer a la sociedad”. La Red apuesta por el trabajo en equipo, escuchar al trabajador, anteponer lo humano a lo profesional y crear buen ambiente de trabajo. “Hacer las cosas bien y con ética no es sinónimo de no ganar dinero”.
En este sentido, en unas semanas la Red Sostenible y creativa publicará en su web la primera guía de Consumo Consciente, en la que reunirán a agricultores, artesanos, productores y empresarios valencianos “con ética” para que el consumidor pueda elegir dónde quiere destinar su dinero “si en unos zapatos hechos en Taiwan u otros hechos en la Vall d´Uxo”, explica el fundador de la Red.
También están incubando otros proyectos como el Huerto City en el barrio del Carmen de Valecia. Se trata de un espacio de encuentro en el que la gente aprende a cultivar sus huertos en la las terrazas de sus propios pisos. También están impulsando un proyecto que se llama Inmobiliaria Humanizada, en la que personas que no pueden cuidar de sus propios locales o casas pueden alquilan a otras familias estos espacios con poco papeleo y fomentando “la confianza y los valores positivos”. “Haremos el trabajo de una inmobiliaria normal pero aplicando valores humanos en contra de criterios economicistas”.
También tienen en marcha el proyecto de ‘Reformas Humanizadas’ que arrancará en un mes y en el que un equipo de profesionales podrá practicar reformas en viviendas utilizando materiales respetuosos con el medio ambiente a un precio asequible y cumpliendo plazos. “El objetivo no es ganar dinero, que también, sino hacerlo bien”. De momento ya hay involucrados a esta iniciativa un grupo de arquitectos, arquitectos técnicos y profesionales del sector.
Otro de los objetivo es crear una Comunidad Sostenible y Creativa en un edificio de Valencia. En él instalaran un huerto city y se favorecerá la intercomunicación entre vecinos, se crearán espacios para charlas y actividades conjuntas, los materiales con los que se reformará el edificio serán respetuosos con el medio ambiente. Lo importante, según Caudet, es difundir salud en el hábitat.