Los agricultores alicantinos en contra del acuerdo sobre el trasvase del Tajo

 

El sindicato agrario La Unió de Llauradors ve una «tomadura de pelo» y una «condena» para el campo de Alicante el acuerdo sobre el Tajo porque, al elevar la reserva en la cabecera de 240 a 400 hectómetros cúbicos, supone que en los años de sequía no llegará «ni una sola gota de agua». En declaraciones a EFE, el responsable autonómico del Agua de La Unió, Ernest Blasco, ha lamentado que el Gobierno central y los cinco autonómicos que han alcanzado el acuerdo, entre ellos la Generalitat Valenciana, «se hayan olvidado de lo que piensan los agricultores y regantes».

Para el dirigente de La Unió, los gobiernos autonómicos de las cuencas receptoras, la Comunitat Valenciana y Murcia, han prestado «sumisión a la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, sin asesorarse con las personas adecuadas: los agricultores».

En torno al punto del acuerdo sobre que se minimizarán las fugas para contrarrestar la subida de la reserva en la cabecera -los pantanos de Entrepeñas y Buendía-, Blasco ha manifestado que si se hubiera hecho esto en su momento no se habría llegado a la situación actual, y ha añadido que de ninguna manera paliará los perjuicios para el campo alicantino. 

Por su parte, el presidente del sindicato agrario ASAJA en Alicante, Eladio Aniorte, ha calificado de «una losa» que el acuerdo entre los gobiernos central y autonómicos. En declaraciones a EFE, Aniorte ha admitido que desconoce la «letra pequeña» del acuerdo y confía en que, al menos, haya contrapartidas, como una transferencia mínima anual de 350 hectómetros cúbicos.

Aniorte ha defendido que el trasvase Tajo-Segura deje de estar en «entredicho» cada vez que haya una aportación a las cuencas deficitarias y ha reafirmado que es necesario para mantener la actividad agrícola. En todo caso, ha insistido en que elevar la reserva de 240 a 400 hectómetros cúbicos es casi doblar el umbral mínimo.

Ir arriba