Los cuatro grandes festivales de música de la Comunitat Valenciana han aumentado un 17% la cifra de público en apenas 12 meses, alrededor de 100.000 personas. Tres de estos certámenes se celebran en verano en la provincia de Castellón: el Festival Internacional de Benicàssim (FIB), el Arenal Sound de Burriana y el Rototom Sunsplash, también en Benicàssim. El trío tendrá una repercusión económica total de más de 60 millones de euros, frente a los 45 millones de 2012, según informaba fuentes del Patronato provincial de Turismo de la Diputación. Valencia se queda sin festival de música que le represente, mientras que Alicante se alza con uno de los certámenes con más expectativas de crecimiento, el Low Cost.
El festival más exitoso
El festival Arenal Sound que se celebra en la playa de la localidad castellonense de Burriana desde el 2010, ha batido este año una cifra histórica de asistentes con 55.000 personas diarias. Durante los seis días que duró esta fiesta de la música acogió un total de 280.000 ‘sounders´. Estos datos han hecho que la organización hable de un balance ‘positivo’, convirtiéndolo en el festival más multitudinario del panorama español y que está previsto que en 2014 se celebre del 31 de julio al 3 de agosto. Este año ha generado 800 empleos.
Hay que decir que Arenal Sound 2012 ya pisaba fuerte en el panorama musical veraniego y logró aumentar un 15% el número de público en comparación con el año anterior, con 250.000 asistentes y comenzaba a convertirse en la cita cultural mediterránea más importante de la escena musical nacional.
El festival que pende de un hilo
Un total de 35.000 espectadores de media diaria asistieron a la última edición del Festival Internacional de Benicàssim (FIB), procedentes especialmente de Gran Bretaña, Irlanda y España, dejando un impacto económico de alrededor de 18 millones de euros, dos menos que en la edición del 2012. Esta caída en la facturación se explica por una menor asistencia de ‘fibers’, en concreto el certamen congregó durante los cuatro días de conciertos una media de 40.000 personas, lo que arroja un resultado total de 160.000 asistentes. Asimismo, la cifra de público del año pasado es inferior a la alcanzada en 2011, cuando se batió el récord de asistencia del festival con 200.000 personas, pero es superior a la de 2010, edición en la que se registró 127.000 asistentes.
En lo que respecta al empleo, el festival ha generado 1.000 empleos de manera directa, suponiendo más de un 70% procedente de la Comunitat Valenciana. Además, el 80% de las infraestructuras han sido servidas por empresas valencianas así como el 40% de las dotaciones técnicas.
Sin embargo, a pesar de la bajada de fibers y tras los vaivenes que ha vivido durante su última edición, los fans del certamen están de enhorabuena, ya que la organización del evento ha asegurado que en 2014 habrá FIB, año en el que se celebrará su veinte aniversario. Para conmemorarlo ya han puesto a la venta bonos de 70 euros para los cuatro días, incluyendo ocho días de zona de acampada. Tendrá lugar del 14 al 21 de julio.
El festival más ‘low cost’
En Benicassim también se celebra el Rototom Sunsplash, uno de los certámenes de música reggae más importante de Europa y que arranca este fin de semana en las instalaciones del FIB con el fin de ahorrar costes y con la esperanza de atraer a más de 230.000 asistentes, unos 30.000 diarios, frente a los 25.000 del año pasado.
De esta forma se alza como una de las citas musicales más multitudinarias y que prevé dejar 12 millones de euros, cifra inferior a la de sus compañeros ya que las entradas son mucho más económicas. El Rototom cuenta con la peculiaridad de que externaliza la práctica totalidad de servicios de hostelería, por lo que su cifra de empleados, entre directos e indirectos, se sitúa en 3.500.
El festival con más expectativas de crecimiento
El Low Cost Festival, celebrado los pasados días 21, 22 y 23 de julio en la localidad de Benidorm ha generado alrededor de 4,2 millones de euros y 300 puestos de trabajo, el 80% de los cuales en la provincia de Alicante, según informaba el alcalde de la ciudad, Agustín Navarro.
A pesar de las modestas cifras que maneja todavía respecto a sus competidores en cuanto a asistencia y recaudación, este año ha superado todas las expectativas con más de 75.000 asistentes, cifras esperanzadoras para un festival que poco a poco se espera que repunte y rompa todas las previsiones.