A esta cifra hay que añadir las 6,5 toneladas de otros tipos de turrones y dulces diversos, también protegidos por esta entidad, y que también han encontrado salida en el mercado.
«Hablamos, de momento, de un crecimiento del siete por ciento con respecto a 2012», ha dicho a EFE el secretario general del Consejo Regulador de Jijona y Turrón de Alicante, Federico Moncunill, quien confía en que en estos próximos días la venta siga creciendo.
En este sentido, el director general de la empresa «Almendra y Miel», José Manuel Sirvent, propietario de las marcas «1880», «El Lobo» y «Clair de Lune», apuntó recientemente que la mejora de la coyuntura económica y el regreso de la paga extraordinaria a los funcionarios públicos son dos circunstancias que han «reactivado» el consumo nacional.
El aumento de la demanda ha permitido alargar hasta estas fechas la producción de turrón frente a lo sucedido en anteriores campañas, cuando la fabricación terminaba en el mes de noviembre. Este crecimiento contrasta con el retroceso de ventas registrado el pasado año, que fue de un nueve por ciento como consecuencia del pesimismo económico y la anulación de la paga extraordinaria.
De las más de 12 toneladas vendidas de turrones y dulces, el 87 por ciento de las mismas se han quedado en España, frente al 13 % que ha salido al exterior, con la particularidad de que buena parte ha sido remitido a los mercados del sur de los Estado Unidos.
De hecho, la exportación ha aumentado un 7 %, mientras que las ventas al mercado exterior han crecido un 13 %, ha apuntado Moncunill.
En su opinión, los turrones de «Jijona» y «Alicante», conocidos popularmente como «duro» y «blando», respectivamente, se mantienen como líderes en esta fechas a pesar de la oferta de nuevos turrones y sabores. «Siguen siendo los protagonistas de la Navidad», ha agregado.
Desde que comenzó la campaña de producción a finales del pasado mes de mayo, cerca de 2.000 personas han trabajo en las fábricas turroneras de Jijona.