¿Cómo leer en tiempo real lo que subyace o esconden las palabras de Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, Artur Mas, Pablo Iglesias, Albert Rivera y otros tantos actores de este convulso momento político? En la expresión emocional encontramos una de las principales respuestas. El barómetro político emocional (www.barometropoliticoemocional.com) cuelga diariamente en su página web el análisis de la actualidad a través del estudio facial de las emociones en las intervenciones públicas de los diferentes líderes.
La nueva web es un proyecto de la empresa valenciana Emotion Research LAB, la compañía de software emocional, una de las start-ups con más futuro de España, según la revista Emprendedores, que ha desarrollado de modo pionero la tecnología necesaria para medir conexiones emocionales en tiempo real y analizar su impacto.
Para ello registra mediante un facial coding, los movimientos de los músculos faciales que después analizará con un algoritmo basado en la Teoría de las Microexpresiones sintetizadas en seis emociones básicas: felicidad, sorpresa, tristeza, temor, desagrado y enfado.
El Barómetro Político Emocional ofrece análisis a pie de actualidad aportando de forma accesible una información esencial que hasta el momento se obviaba, los procesos emocionales que generan los protagonistas políticos y su vínculo.
¿Por qué es importante?
Según explica la CEO de Emotion Research LAB, María Pocoví, “las investigaciones neurocientificas han definido que el comportamientode los políticos y en concreto la decisión de voto, al igual que cualquier proceso de toma de decisiones, no es únicamente racional y que el factor emocional es el elemento clave”. La observación de las bases neuronales ha situado a las emociones “no al final de este proceso sino como parte fundamental desencadenante de la acción. Emoción, acción, racionalización”
“El reconocimiento facial de emociones nos permite evaluar al propio candidato a través del análisis de sus emociones comparadas con su discurso para poder medir su credibilidad. También investigar el impacto emocional que se genera en los ciudadanos más allá de lo que verbalizan”, explica Pocoví. “Hoy, en política, el candidato necesita poder medir el vínculo emocional que despierta en el ciudadano. Y viceversa. Se plantea un reto para nuevas estrategias”.
Emotion Research LAB analiza en esa doble dirección y lo aplica tanto a mundo del marketing y del retail como de la política, de manera nada invasiva, más eficiente y menos costosa que otras neurotécnicas de investigación. En política, monitoriza las emociones de los candidatos políticos y la de los electores expuestos a su mensaje. The New York Times recoge en un artículo cómo la codificación facial realizada por la compañía determinó la elección de candidatos del PRI en las elecciones mexicanas y contribuyó a reajustar el mensaje electoral en el momento.
“La clave de la estrategia emocional contemporánea es la conexión emocional y la neuropolítica a través de la aplicación de las tecnologías de la neurociencia en un nuevo campo para conocer las razones subconscientes que mueven la conducta de los votantes y poder desarrollar las estrategias para lograr la conexión emocional que se traduzca no en intención de voto sino en un voto efectivo”, concluye Pocoví.