Una de las imágenes del proyecto #lacalledecolores

Artistas valencianos crean la calle de los colores

Artistas valencianos han unido sus fuerzas en forma de fotografía, grafiti y pintura para convertir una vía degradada del barrio del Carmen de Valencia en «la calle de los colores». De esta forma, los muros de la calle Moret de la capital se han transformado con grandes murales que reinterpretan las instantáneas del fotógrafo Alfonso Calza, impulsor inicial de la iniciativa. La idea surgió cuando Calza, harto de ver el estado en el que se encontraba la vía en la que tiene su estudio, plagada de basura y orines, se le ocurrió utilizar el arte para cambiar la cara de este rincón de la ciudad.

Con ese objetivo, pensó que el mejor lenguaje sería el arte urbano, por lo que decidió invitar a un autor de este género a realizar una intervención sobre una de las paredes. Poco a poco, el proyecto ‘La calle de colores’, sufragado por el fotógrafo y que cuenta con el acuerdo de los vecinos, fue creciendo e involucrando a más artistas. Así, han intervenido en los muros e, incluso, en la persiana de un ‘after’, los artistas urbanos Zíngaro, Deih y Capiflex y el pintor Luis Lonjedo.

Además de ofrecer a los viandantes esta galería al aire libre, los artidstas implicados pondrán en marcha una campaña en redes sociales con los hashtags #lacalledecolores y #kissmevlc. El objetivo es convertir el mural que retrata el beso de una pareja en un lugar que atraiga a otros enamorados. Con este fin, se ha plasmado, recreando la tipografía de la típica advertencia ‘Prohibido fijar carteles’, el mensaje ‘Prohibido no besarse’, que invita a que la gente se haga fotografías besándose frente al mural. Calza espera ir más allá y poder llegar a encontrar, incluso, a la pareja que protagoniza su fotografía, que no sabe ni siquiera que existe esta imagen, puesto que fue una foto «robada» tomada hace unos años en Londres

Fotografías originales

El trabajo se completa con vídeos que explican el proceso creativo y la futura colocación de una lona donde el público podrá contemplar las fotografías originales que han dado lugar a los grafitis y que evocan escenas en Bremen o Venecia. Queda, pues, inaugurada la calle de los colores.

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