Al partido, con seguridad

Cada fin de semana, más de 60.000 clubes deportivos desplazan a más de 3,3 millones de jugadores federados para jugar las competiciones de los diferentes deportes. El autobús es el medio más utilizado y en la actualidad el 80% va equipado con cinturones de seguridad; sin embargo, aunque la ley obliga a que todos los mayores de 3 años lo lleven abrochado, aún son muchos los que no lo hacen. Concienciar de la importancia de llevar el cinturón es una tarea de equipo.

Hace unos meses, la localidad pacense de Castuera se vestía de luto por la muerte de cinco jóvenes en accidente de tráfico. Pertenecían al Club Monterrubio de la Serena y volvían de disputar un partido de fútbol cuando el minibús en el que viajaban chocó frontalmente con una retroexcavadora. Fuentes de la investigación indicaron que muchos de los chicos no llevaban puesto el cinturón de seguridad.

Como ellos, cada fin de semana 60.000 clubes deportivos desplazan a sus jugadores –en España hay más de 3 millones de deportistas federados para disputar las competiciones deportivas. Como ejemplo, sólo el fútbol tiene más de 800.000 federados, de los que 587.000 son hasta la edad juvenil – 400.000 en baloncesto, 100.000 en judo, 90.000 en balonmano…–. Y los que realizan transportes colectivos lo hacen en autobús al tratarse del medio más económico. Según datos de Asintra, el 80% de la flota de autobuses en España cuenta con cinturones de seguridad.

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EL CSD CONDICIONARÁ LAS AYUDAS A QUE LOS AUTOBUSES LLEVEN CINTURÓN

Estos desplazamientos suelen ser a poblaciones cercanas, sobre todo en las categorías inferiores y de formación. Pero, por ejemplo, en una autonomía geográficamente no muy extensa, como Madrid, solo en la edad juvenil de fútbol (5 categorías, con 8 grupos y 16 equipos por grupo), 320 equipos viajan cada semana (más de 5.000 jugadores) en torno a 15-20 kilómetros para jugar sus partidos, lo que supone casi 10.000 kilómetros semanales, solo en Madrid y en esta categoría.

Desde 2006, el Reglamento de Circulación establece como obligatorio el uso del cinturón de seguridad para todos los ocupantes mayores de tres años en todos los autobuses y minibuses equipados con ellos. Y desde 2007 –según Directiva Europea–, todos los autobuses nuevos deben equipar cinturones de seguridad en todos los asientos. Aunque la siniestralidad en el sector es muy baja, menos del 1% de los accidentes con víctimas, según datos de Asintra (Federación Española de Empresas de Transporte de Viajeros), las consecuencias en caso de choque o vuelco son muy graves si no se lleva abrochado el cinturón de seguridad. Los ensayos del Instituto Universitario de Investigación del Automóvil (INSIA) han demostrado que el cinturón –sea de dos o de tres puntos–, correctamente abrochado, evita la proyección del pasajero, adulto o niño, y reduce los impactos en pecho, abdomen y piernas.

Sin embargo, tragedias como la de Castuera demuestran que el uso de los cinturones no está tan extendido como debería. “A raíz del accidente –comen- ta Tomás Valsera, presidente del Club Deportivo Monterrubio– estamos todos mucho más concienciados; ahora viajan también padres en los autobuses para asegurarse de que llevan el cinturón puesto, tiene que pa- sar algo así para que nos concienciemos”. Según Tomás, los chavales que sobrevivieron al accidente le aseguraron que ellos sí lo llevaban abrochado.

JUNTOS POR LA SEGURIDAD.

Pero todavía quedan autobuses que no los llevan: “En el que íbamos hace unos días no había cinturones de seguridad y ahí lo único que podemos hacer es asegurarnos de que vayan bien sentados”, comenta Tomás Valsera.

A raíz del accidente de Castuera, el Ministerio de Cultura y el Ministerio del Interior han firmado recientemente un convenio de colaboración para fomentar el uso de cinturones de seguridad en desplazamientos a competiciones deportivas. Además, la Dirección General de Tráfico (DGT) se comprometía a difundir esta buena práctica a través de campañas, entre otras acciones. Asimismo, se establece que el Con- sejo Superior de Deportes (CSD), a través de las Federaciones Deportivas Españolas, condicionará el abono de las subvenciones para desplazamientos a que los transportes co- lectivos de los deportistas se realicen con autobuses que vayan provistos de cinturones de seguridad.

A partir de ahora es un criterio prioritario, y así lo han comunicado a los responsables de deportes de las Comunidades Autónomas y a los departamentos de Mujer y Deportes y Alta Competición. “Queremos que se extremen las medidas de seguri- dad, sobre todo tras la tragedia que se vivió en Castuera el pasado mes de mayo”, afirma Miguel Cardenal, presidente del Consejo Superior de Deportes.

Para Antonio Pedrera, director general de Deportes del Gobierno de Extremadura, “la seguridad debe ser una prioridad y una garantía para nuestros deportistas, por ello, hacemos un seguimiento exhaustivo de que los servicios de transportes que contratan las federaciones deportivas estén en perfecto estado y dentro de la normativa vigente”. Valsera y Pedrera valoran muy positivamente iniciativas como el convenio firmado porque “es fundamental promover y concienciar del buen uso de medidas de seguridad en la carretera para evitar en lo posible los tristes casos como el de Castuera”.

MÁS CONCIENCIADOS.

El accidente de Castuera ha marcado un antes y un después para muchos. Ma Fe, vicepresidenta del Torrelodones Club de Fútbol, asegura que a raíz de ese suceso “estamos mucho más concienciados todos; de hecho, vamos a emprender una campaña permanente de cara a los entrenadores y conductores para que consigamos que se lo abrochen siempre”.

Todos los autobuses que utilizan en su club, en los que juegan niños desde los 9 años, van equipados con cinturón de seguridad y considera que asegurarse de que todos lo llevan abrochado es “un beneficio y una obligación de todos, padres, conductores, entrenadores y los propios chavales”. Ma Fe considera que los padres son los primeros que deben inculcar buenos hábitos de seguridad vial a sus hijos: “yo no enciendo el motor si mis hijos no llevan abrochado el cinturón”. Fuente Revista DGT

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