El fabricante alemán de alta gama Audi pidió revisar unos 70.000 autos de todo el mundo por un problema con la asistencia de frenado, declaró este viernes un portavoz del constructor, filial del grupo Volkswagen.
La marca de los cuatro aros indicó que este potencial problema afecta los modelos A4, A5, A6, A7 y Q7 que utilizan el motor diésel de 3.0 litros de cilindrada y que fueron fabricados entre marzo y diciembre de 2012.
La compañía señaló que, a pesar de que el sistema de frenado sigue funcionando, dichas unidades pueden experimentar una fuga de líquido en el servofreno que puede ocasionar un funcionamiento irregular o defectuoso del dispositivo.
Una pequeña cantidad de aceite del motor puede llegar en algunas ocasiones al sistema de asistencia de frenado a través del tubo de depresión, precisó la marca. «El vehículo puede frenar, pero requiere una presión mucho mayor sobre el pedal de freno», indicó en una declaración escrita.
Audi añadió que el cambio del tubo de depresión será gratuito y rápido. El constructor afirma que por el momento no se ha registrado ningún daño material o personal vinculado con este problema