María de Villota, además de haber sido una excelente piloto y con unas enormes cualidades humanas, fue Embajadora de la marca MINI y especialmente querida por todo el equipo de personas que componen esta marca en España, no solo por su carácter afable y extrovertido sino también por trasmitir permanentemente sus ganas de vivir. La familia MINI envía todo su apoyo y cariño al entorno más cercano de María y seguirá su estrella donde quiera que esté.
María ha sido la primera española en pilotar un Fórmula 1 y ser piloto de pruebas en el gran circo de la categoría reina. Además, cuenta en su haber con ser la primera mujer también en competir en el Mundial de Turismos (WTCC) y en la Superleague Formula. Ha participado en la Fórmula 3000, en las 24 horas de Daytona en 2005 y en el Campeonato alemán de Turismos ADAC Procar, entre otros.
Tras el grave accidente sufrido en el aeródromo de Duxford, mientras realizaba pruebas aerodinámicas con su equipo de F1, María de Villota, junto a su imborrable sonrisa, se volcó en trabajar duro en su recuperación, pero sobre todo, en sus planes de futuro para aportar su experiencia y conocimientos en temas tan importantes como:
Seguridad al volante
María era miembro de la Comisión de Pilotos de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) y Embajadora de la Women in Motorsport Commission (FIA).
Responsabilidad social
Son muy variados los proyectos sociales en los que De Villota trabajó activamente; entre ellos destaca su colaboración con la Fundación Ana Carolina Díez Mahou, que ayuda a enfermos neuromusculares mitocondriales.