El diésel y la calidad del aire, Bosch minimiza las emisiones contaminantes

El diésel y la calidad del aire, Bosch minimiza las emisiones contaminantes

Hay en la actualidad un debate abierto en los medios de comunicación sobre el diésel y la calidad del aire. Aun así, los modernos motores diésel están hoy día presentes en todo tipo de automóviles, desde los utilitarios hasta las berlinas de alta gama, y son el fruto de una historia de éxito fraguada en una serie de innovaciones tecnológicas que les convierten en económicos, limpios y divertidos de conducir. El Common Rail y los sistemas para el post-tratamiento de los gases de escape son sólo la punta de lanza de una tecnología que seguirá mejorando aún más en los próximos años, gracias a las innovaciones que están por llegar y que mejorarán las emisiones de partículas y de óxido de nitrógeno.

Ventajas del diésel para el usuario final
De acuerdo con los estudios comparativos realizados por el Automóvil Club Alemán (ADAC), los modernos motores diésel consumen hasta un 25 por ciento menos de combustible que un motor de gasolina comparable, lo que implica un 35 por ciento más de autonomía. En este sentido, los nuevos vehículos diésel emiten hasta un 15 por ciento menos de CO2 que su modelo equiparable de gasolina. En términos de rendimiento, tienen hasta un 40% más de par motor que uno similar de gasolina, dependiendo del modelo y tamaño del vehículo. Esto permite acelerar cómodamente, incluso a bajas revoluciones. Además, este alto par motor está disponible en un amplio rango de velocidades, mejorando así la aceleración en la horquilla entre 80-120 km/h, un factor importante a tener en cuenta en los adelantamientos.

La renovación del parque diésel  tendría efectos ambientales muy positivos
El uso de la tecnología diésel es muy popular en España, donde aproximadamente el 59% del parque automovilístico es diésel. Incluso en los últimos años, el porcentaje de éstos en las nuevas matriculaciones se ha situado en torno al 70%. Desde el inicio de la crisis económica, el parque diésel ha experimentado un envejecimiento notable, llegando a casi 11 años la edad media del parque, lo que equivale a unos parámetros comparables a los vehículos Euro 3 diésel. La limitada renovación del parque hace que, entre otras consecuencias, se produzca una fuerte desaceleración en la incorporación de las últimas tecnologías y, por lo tanto, una ralentización en la mejora de su compatibilidad medioambiental.

Bosch aboga por la necesidad de renovar el antiguo parque diésel , ya que esto tendrá un importante impacto medioambiental y en la calidad del aire de nuestras ciudades.

Legislación: Euro 6 en vehículos diésel
Desde la introducción de la legislación sobre emisiones europeas, adoptada en 1993 con la Euro 1, las emisiones del tráfico se han reducido drásticamente. Los avances tecnológicos introducidos en los vehículos – donde Bosch ha jugado un papel importante – han hecho posible reducir todo tipo de emisiones.

La Euro 6 es un reglamento de la Unión Europea que establece normas de emisión para los vehículos, haciendo que los coches diésel sean casi tan limpios como los de gasolina. El objetivo principal de la nueva normativa es establecer límites más bajos para las emisiones de los vehículos en materia de partículas y óxidos de nitrógeno. De este modo, los nuevos vehículos diésel no podrán emitir más de 80 mg de óxido de nitrógeno por km (vehículos de gasolina: 60 mg por km), en sustitución del anterior límite de 180 mg por km. A partir del 1 de septiembre de 2015, todos los nuevos vehículos vendidos en los países de la UE deberán cumplir con los límites fijados por la Euro 6.

Legislación: objetivos de la flota sobre CO2
En la UE, con la entrada en vigor del nuevo límite establecido para emisiones de CO2, el promedio permitido para toda la flota de un fabricante debe reducirse hasta los 95 g/km de CO2 para el año 2021. Este objetivo requiere de la tecnología diésel, ya que ayuda a reducir las emisiones de CO2 con costes adicionales mínimos.

Moderna tecnología de combustión para el diésel limpio
El Common Rail es una tecnología diésel de inyección directa. Funciona mediante el empleo de una bomba de alta presión y un acumulador de alta presión, o raíl común. Este raíl actúa como si se tratara de un depósito central (o «común») de combustible para todos los inyectores. Como resultado de la alta presión y de la inyección directa, el combustible se pulveriza más finamente en la cámara de combustión, lo que permite quemarlo de manera más eficiente, ayudando así a reducir el consumo y las emisiones. En los modernos vehículos diésel, el combustible se inyecta a presiones de hasta 2.500 bares. Esto equivale a una carga de 2,2 toneladas por centímetro cuadrado; o por poner un símil, la presión que soportaría la uña de un rinoceronte que permaneciera en equilibrio sobre ella. En el futuro, se espera que la presión máxima aumente hasta los 2.700 bares. Cuanto mayor sea la presión de inyección, mayor será la eficiencia de la combustión.

Desde las primeras regulaciones de emisiones introducidas en 1992, las emisiones de partículas de los motores diésel se han reducido en, aproximadamente, un 97 por ciento. La introducción de filtros de partículas ha sido el principal causante de este logro, gracias a su eficiencia del 95% en el filtrado de las nano-partículas más pequeñas y de hasta el 100% para las de mayor tamaño. Por ejemplo, si un moderno motor diésel se deja en marcha a ralentí en el interior de un almacén durante 100 minutos, las partículas emitidas durante ese tiempo serían equivalentes a las de un cigarrillo fumado (medición promedio a lo largo de todo el almacén). A partir del 2020, las emisiones de partículas procedentes del humo de los cigarrillos, en Alemania, serán mayores que las de los tubos de escape de los automóviles.

En cuanto a los óxidos de nitrógeno, el “Clean diésel emite un 98 por ciento menos que los vehículos comparables de la década de los años 90. Con el fin de cumplir con los límites aún más estrictos de la Euro 6, los vehículos diésel con un peso de hasta, aproximadamente, 1.700 kg necesitan un sistema de tratamiento posterior de los gases de escape. En este sentido, un convertidor catalítico NOx sería suficiente. Sin embargo, los vehículos más pesados sólo podrían cumplir con los requisitos establecidos mediante el uso de un catalizador SCR. El sistema Denoxtronic inyecta AdBlue, una solución de urea inodora, que convierte los óxidos de nitrógeno en vapor inofensivo de agua y nitrógeno. Esta solución se rellena a intervalos regulares de servicio. El Denoxtronic puede reducir las emisiones de NOx hasta en un 95 por ciento. Al mismo tiempo, este sistema hace posible reducir el consumo de combustible hasta en un cinco por ciento al permitir una combustión más eficiente.

El diésel y la calidad del aire, Bosch minimiza las emisiones contaminantes
El diésel y la calidad del aire, Bosch minimiza las emisiones contaminantes

Electrificación y conectividad permiten una mayor reducción de emisiones en el futuro
Bosch está también trabajando en tecnologías que permiten la electrificación del vehículo diésel, desde los sistemas que recuperan la energía de frenado, hasta la hibridación completa. Esta combinación permitirá en el futuro una reducción adicional de las emisiones.

La tecnología Bosch está haciendo que los coches sean cada vez más eficientes, más confortables y más divertidos de conducir. Los tres aspectos se unen en el Bosch Recuperation System. En el Nuevo Ciclo de Conducción Europeo, el híbrido de 48 voltios puede reducir las emisiones de CO2 en un 7 por ciento (basado en la clase compacta). Gracias a la ayuda del sistema de conducción por inercia “a vela”, el coche ofrece una conducción más suave y puede entregar un par motor adicional de 150 Nm.

Los vehículos electrificados se pueden beneficiar de la conectividad, haciendo que sean más seguros, más eficientes y más divertidos de conducir. Un ejemplo de ello es el horizonte electrónico conectado. En el futuro, esta tecnología de Bosch suministrará información esencial en tiempo real sobre el tráfico como tramos en obras, atascos y accidentes. A partir de esta base, será posible mejorar aún más las funciones existentes, tales como el Start/Stop con conducción “a vela”. Al mismo tiempo, los híbridos enchufables puede utilizar el sistema para implementar una estrategia de funcionamiento predictivo. Estas tecnologías combinadas pueden reducir las emisiones de CO2 en un porcentaje de dos dígitos.

La ingeniería dirige su atención hacia las emisiones en conducción real “Real Driving Emissions”
Los ingenieros de Bosch están centrando sus trabajos cada vez más en las emisiones en conducción real. La Unión Europea está estudiando la posibilidad de introducir pruebas de emisiones en conducción real “Real Driving Emissions – RDE” a partir de 2017. Este método de medición para los coches diésel se concentra principalmente en las emisiones de óxidos de nitrógeno y monóxido de carbono en las situaciones de conducción que se darían en la vida real.

Bosch apoya firmemente el desarrollo y la introducción de la prueba de Emisiones en Conducción Real (RDE) en toda la UE. Esta complementará el actual ciclo de pruebas y reducirá las emisiones de manera significativa, incluso bajo situaciones que se dan en la vida real. Las soluciones tecnológicas para cumplir los valores límite de la Euro 6, en condiciones de conducción normales, están ya disponibles en la actualidad y el problema no está en la tecnología diésel como tal, sino en que los automóviles que se puedan encontrar en el mercado tengan un rendimiento real satisfactorio.

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