Desde mayo y hasta julio se concentran la mayoría de accidentes de tráfico, con un 27% del total de siniestros registrados. En concreto, durante julio se producen cerca del 10% de los acontecidos en el año. Se trata de la principal conclusión del estudio realizado por LeasePlan Lab, para el que se han analizado todos los siniestros sufridos durante el pasado ejercicio por los 73.000 coches que componen su flota en nuestro país.
Respecto al día de la semana en que los conductores de vehículos de empresa registraron más accidentes, la mayoría (20% de los casos) tuvieron lugar el lunes.
Dentro de los grados con que cataloga la compañía los accidentes de tráfico (según la intensidad del daño y las piezas afectadas), el estudio demuestra que los más frecuentes son de tipología media, con un 43% de casos. Estos siniestros, sobre todo, registran elevados daños, a veces simplemente estéticos pero que afectan al menos a un lateral del coche. En segundo lugar aparecen las reparaciones de intensidad leve, en un 27% de los casos y que incluyen daños que hacen referencia, como máximo, a dos piezas del vehículo.
Las más afectadas del vehículo
Las piezas de los vehículos más afectadas en los siniestros son los paragolpes, tanto el delantero como el trasero. El trasero es la pieza que más se repara, con el 10% del total, seguido del delantero en un 9,7% de los casos. Con porcentajes algo más bajos se encuentran las dos puertas laterales derechas, con un 6,6% para la trasera y un 5,6% para la delantera.
Dentro de las intervenciones de carrocería, la pieza más reemplazada es el paragolpes frontal (2,7%), al que siguen la matrícula delantera (2,1%), el anagrama trasero del modelo (2,1%) y el piloto trasero derecho (1,8%). Con un 1,7%, el paragolpes trasero cierra este top cinco de sustitución de piezas en caso de siniestro.
Por culpa de estos accidentes de tráfico, el tiempo medio de estancia en taller se sitúa en 4,2 días.
Para concienciar a los conductores, LeasePlan recuerda que el verano es una de las épocas del año con mayor volumen de desplazamientos por carretera, por lo que hace hincapié en concentrarse al volante y poner todos los esfuerzos para reducir siniestros.
Cinco consejos a seguir para salir de viaje
1. Revisar la presión de los neumáticos con un manómetro: fácil de localizar en cualquier gasolinera. Una presión adecuada de los mismos aumenta agarre, seguridad y durabilidad. Un neumático poco inflado consume más gasolina y se calienta antes. Inflarlo en exceso desgastará el centro de la ubierta aumentando el riesgo de accidente. La presión debe medirse con las ruedas frías y teniendo en cuenta la carga. Las indicaciones de presión, con frecuencia, están reflejadas en la tapa del depósito de gasolina, en el canto de la puerta del conductor o en el compartimento del motor.
2. Una carga bien distribuida contribuye a la estabilidad del vehículo y facilita la conducción: consulta en la Tarjeta de Inspección Técnica la Masa Máxima Autorizada (m.m.a.) para no sobrecargar el vehículo. El peso influye en la respuesta de éste, disminuyendo su potencia y aumentando la distancia de frenado. Evitar llevar objetos en el habitáculo si es posible: el maletero es el sitio más seguro (lo más pesado en el fondo y el resto encima, repartido de forma homogénea e intentando que no se mueva). Llevar juego de triángulos…
3. Chequear que el vehículo está listo para hacer un viaje de largo recorrido: especialmente que el nivel de aceite y agua es adecuado. La vida del motor depende de un buen nivel del lubricante y refrigerante. Si es deficiente terminará gripando la mecánica, y en exceso puede provocar su rotura. Para una correcta medición, el vehículo siempre en terreno horizontal parado y con el motor frío.
4. Buscar y conocer la ruta antes de entrar en carretera: no dejar nada a la improvisación. Hay multitud de aplicaciones para circular mejor:. Waze, Google Maps, Tráfico No! o Inrix son algunas de las más utilizadas paras calcular y grabar la ruta, consultar información del tráfico (incidencias, cámaras de tráfico y radares) y conectar con emergencias. Viajando con niños siempre hay que revisar antes de partir que los sistemas de retención infantil estén bien colocados.
5. Durante el viaje el mejor remedio para la fatiga es el descanso: la monotonía del paisaje, la necesidad de cumplir un horario o el calor son factores que incentivan su aparición. Por tanto, si el desplazamiento supera 200 km ó 2 horas de conducción, hacer paradas de 15 minutos como mínimo. Estacionar el vehículo en lugar adecuado y aprovechar para dar un paseo, beber agua o refrescos con azúcar y, si es necesario, dormir antes de continuar. Los últimos km son los más peligrosos, así que atención a no bajar la guardia hasta llegar al destino.