Desgraciadamente este es un fenómeno que se está dando con más frecuencia de lo que quisiéramos. En la mayoría de los casos, el robo de las matrículas, tiene como fin utilizarlas para cometer algún tipo de delito o para utilizarlas en vehículos que luego son vendidos en terceros países.
En estos casos el perjudicado suele presentar la denuncia en la Comisaría pensando que con ello evita responsabilidades futuras. Sin embargo, esto no es suficiente, ya que en muchos casos si el vehículo que circula con las placas robadas comete infracciones de circulación, las administraciones se dirigen a los titulares que figuran en el Registro de Vehículos.
En este caso será necesario formular el correspondiente pliego de descargos aportando la copia de la denuncia presentada en su momento en las dependencias policiales.
Si se da esta situación, es conveniente reiterar la denuncia por robo en Comisaría, aportando copia de la denuncia por la supuesta infracción tantas veces como se reciban denuncias por infracciones de tráfico. De esta forma las autoridades policiales iniciarán las correspondientes averiguaciones para localizar al vehículo y a su conductor.
Tanto el Cuerpo Nacional de Policía como la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y otras policías autónomas, tienen sus grupos especializados en delitos relacionados con vehículos a motor y son ellos los que llevan a cabo este tipo de investigaciones, teniendo un elevado índice de éxitos.