Ganvam prevé que las ventas de turismos alcancen las 940.000 unidades en 2015 y superen el millón en 2016

Ganvam prevé que las ventas de turismos alcancen las 940.000 unidades en 2015 y superen el millón en 2016El presidente de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor (GANVAM), Juan Antonio Sánchez Torres, anunció hoy en el tradicional encuentro “Motor y Prensa” que los planes de estímulo a la compra conseguirán que las ventas de turismos crezcan del orden del 5% hasta las 940.000 unidades en 2015, para superar un año después la barrera psicológica del millón de unidades.

Sánchez Torres -que representa a 4.600 concesionarios/servicios oficiales y 3.000 compraventas, entre otros colectivos- recordó que a pesar de estas cifras, que deberán marcar un punto de inflexión en la venta y posventa, estamos todavía en niveles muy por debajo de los países de nuestra órbita donde se venden 35 vehículos por cada 1.000 habitantes, frente a los 18 que se comercializan actualmente en España o los 25 que corresponderían para poder hablar de cierta “normalidad del mercado”.

El responsable de Ganvam insistió en que no podemos olvidar de dónde venimos, es decir, de un volumen de ventas de más de 1,6 millones sólo de turismos en 2007, lo que ha supuesto una bajada en estos siete años del 47% si atendemos a la previsión de cierre para este ejercicio que se situarán en el entorno de las 860.000 unidades, un 19% más.

Este año las redes de distribución cerrarán en números negros con una rentabilidad sobre facturación de aproximadamente el 1% cuando hace apenas dos años seis de cada diez estaba en pérdidas. La sangría de destrucción de empleo y empresas de estos últimos ejercicios -más de 50.000 puestos de trabajo y 3.000 pymes- se ha visto aminorada en 2014 gracias a los planes de ayuda de activación del mercado, que acumula ya quince meses de subidas consecutivas.

Luces y… sombras

A esta aparente recuperación ha contribuido no sólo la “respiración asistida” de los programas de incentivos sino también la propia evolución económica sobre la que se dibujan algunas “luces” -como la escalada de la competitividad de nuestras empresas, el saneamiento bancario o la bajada de la prima de riesgo- pero también algunas “sombras”. Entre ellas, la más preocupante es la del paro con casi dos millones de familias con todos sus miembros desempleados.

En un marco más sectorial, los vendedores siguen viendo con preocupación la financiación deficiente para las pymes debido a las dificultades de acceso, así como la falta de agilidad en la recuperación de crédito por venta de vehículos impagados. La reforma fiscal del automóvil que debería abordar con prontitud la supresión del Impuesto de Matriculación y la modificación del Impuesto de Circulación de acuerdo a criterios medioambientales, también llega tarde.

La eliminación del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) para que los concesionarios y compraventas puedan aligerar el peso financiero de sus stocks sigue siendo también una asignatura pendiente, como también lo es la desgravación en el IRPF de las cuotas de renting para particulares, lo que favorecerá el cambio de coche cada cuatro años y el rejuvenecimiento del parque de acuerdo a los ambiciosos objetivos de la DGT.

Gracias a los planes de reactivación

Sin duda, el año 2014 se recordará en nuestro sector como el año del inicio de la recuperación, también en el sector del automóvil gracias a los planes de reactivación del mercado. En la recta final se confirmó la prórroga del Plan PIVE 6 y vio la luz el PIMA Aire 4 que ayudará a que los “sufridos autónomos” puedan renovar unos 7.500 vehículos comerciales, sus herramientas básicas de trabajo, contribuyendo a renovar un mercado que llegará hasta las 125.000 unidades en 2015 (+7%).

En este año hemos agotado también los fondos del Plan Movele conscientes de que los vehículos eléctricos deberán ser una demanda real algún día; actualmente se matriculan sólo 8 eléctricos “puros” al mes. Y queda en el tintero un plan específico de ayudas para las dos ruedas, los grandes olvidados, por no hablar del PIMA Transporte que aunque se anunció el pasado mes de junio no ha visto todavía la luz, a pesar de que permitirá renovar unos 2.000 vehículos pesados.

La lacra de la venta y reparación ilegal

Por otro lado, el presidente de Ganvam mostró de nuevo su preocupación por la proliferación de la venta ilegal de vehículos en la vía pública por parte de pseudoprofesionales que se hacen pasar por particulares. Esta actividad sumergida representa ya el 10% del total de operaciones con usados que se realizan en España –cerca de 170.000- y suponen unas pérdidas para los concesionarios y compraventas legalmente establecidos de unos 300 millones de euros anuales.

Los talleres ilegales, que representan ya al 20% del total, es decir, unos 10.000 focos de ilegalidad, actúan también en clara competencia desleal frente resto de establecimientos legales, generando. unas pérdidas para el sector de más de 3.500 millones de euros de facturación en los últimos seis años y de 230 millones en impuestos y cerca de 112 por cotizaciones sociales.

Según Sánchez Torres, “la erradicación de la venta y reparación ilegal, en la que viene colaborando activamente la Guardia Civil a través del Seprona y en la que venimos trabajando intensamente los fabricantes y resto de asociaciones, es una demanda histórica que el Proyecto del nuevo Reglamento General de Circulación recogía en su borrador inicial pero que desafortunadamente se retiró y estamos intentando su reposición manteniendo reuniones de alto nivel con distintos ministerios implicados y la DGT”.

Sí a la vertebración

Finalmente, el presidente de Ganvam hizo un llamamiento a los presidentes y altos cargos de las asociaciones del automóvil recordándoles la obligación de todos de colaborar siempre en beneficio del sector trabajando desde la lealtad y con espíritu constructivo para “hacer sector” más allá de personalismos e intereses particulares.

Para Sánchez Torres, la “vertebración del sector” no es un término vacuo sino un asunto de gran calado que exige de diálogo, comprensión, unión y paciencia para trabajar en las “muchas cosas que nos unen” sin caer en una innecesaria mega-vertebración del sector que ya fracasó en su día y que sólo conllevaría grandes costes  derivados de supraestructuras no operativas.

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