GP de Gran Bretaña de Fórmula 1– Mitad de temporada, pero sin medias tintas

La novena ronda del Campeonato del Mundo de Fórmula 1 aterriza en Silverstone este fin de semana, con el Gran Premio de Gran Bretaña marcando el final de la primera mitad de la temporada. En esta primera parte del año de la categoría reina, un equipo se ha erigido como dominador casi absoluto y ahora, tanto a los pilotos como al personal de la Scuderia Ferrari, se les ha empezado a preguntar si se ha abandonado el trabajo de la temporada 2014 para concentrarse en el proyecto del año que viene. Haciendo una analogía futbolística, ahora que se está disputando el Mundial de Brasil, sería algo así como preguntarle a un equipo si tiene intención de rendirse a mitad de la temporada porque cuenta con menos posibilidades de ganar la Liga.

Hay una amplia gama de razones por las que, mientras el campeonato llega a la pista sobre la que el Cavallino Rampante obtuvo su primera victoria allá por 1951, el equipo trabaja sin pausa para mejorar las prestaciones del F14 T y hacerlo más competitivo para afrontar la segunda mitad de la temporada. Dejando a un lado los argumentos puramente sentimentales, como el hecho de completar una buena actuación en una de las carreras con más solera de la Fórmula 1, hay objetivos un tanto más prosaicos, como el de sumar la mayor cantidad de puntos posibles para el campeonato de Constructores, en el que por detrás del equipo que domina, la lucha está bastante viva.

Es evidente, por ello, que la Scuderia Ferrari no ha dejado de trabajar en la presente temporada. El desarrollo tecnológico del F14 T sigue a buen ritmo: los monoplazas construidos bajo el nuevo reglamento se encuentran todavía en su infancia tecnológica, lo que significa que, para los equipos, el margen de mejora todavía puede ser realmente amplio. Las once carreras que quedan representan, por tanto, once ocasiones más para obtener buenos resultados y sumar puntos, además de suponer treinta y tres días más (contando de viernes a domingo) para adquirir conocimientos y aprender valiosas lecciones sobre el coche, que podrían ser útiles en el futuro. Dejar de empujar ahora en el frente del desarrollo sería contraproducente, sin olvidar que el equipo tiene la obligación de ofrecer a sus pilotos el mejor monoplaza posible.

Los pilotos de la Scuderia le tienen, sin duda, mucho cariño a la carrera de este fin de semana, un Gran Premio que Kimi Raikkonen y Fernando Alonso ya han ganado en el pasado. “Me gusta venir a esta pista, aunque prefería el trazado antiguo”, confiesa el finlandés. “Me gusta, sobre todo, lo que era la primera curva, Copse”. De hecho, la ultrarrápida Copse y los enormes cambios de dirección, en particular el slalom gigante que suponen las curvas de Maggotts, Becketts y Chapel, son dos de los elementos que hacen que esta pista sea tan especial y tan querida por los pilotos.

“Creo que Silverstone es un circuito muy difícil, muy exigente en las curvas de alta velocidad. Se trata de una pista que, en su totalidad, pone a prueba tanto al piloto, como al coche”, comenta Alonso, por su parte. “Aquí hay un ambiente especial, hay un gran sentido de la tradición, algo por lo que todos los pilotos desean hacerlo bien delante de la afición británica. No son únicamente unos apasionados de este deporte, sino que también poseen un gran conocimiento de la Fórmula 1”. Después de tres carreras en las que la aerodinámica no era tan importante, en Silverstone volverá a ser fundamental a la hora de definir las prestaciones, con lo que será interesante ver el orden jerárquico de los equipos de arriba.

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