Se trata de una de las prácticas, por desgracia, más extendidas dentro del mundo de la compraventa y que se lleva a práctica muchísimo más entre particulares que en el lado de los profesionales: modificar el kilometraje que aparece en el registro para conseguir un mayor beneficio económico con la venta de un coche. Además de lucrarse con una práctica ilegal, se pone en riesgo la vida de las personas debido a la posibilidad de surgir averías mecánicas. Detecta si vas a ser víctima de un ‘atraco’.
Es posible que conozcas algún caso en el que un amigo o un familiar ha comprado un coche de una persona mayor, a lo mejor con unos ocho o 10 años, con un kilometraje de unos 50.000 ó 60.000 kilómetros y por un precio por debajo que el que se maneja en el mercado para ese modelo. Y tú, que no encuentras nada parecido, ¿verdad? Lo cierto es que existen estos chollos, pero poco a poco están apareciendo casos de auténticos piratas que intentan estafar a toda costa algo que, según el Real Automóvil Club de Cataluña, se da entre el 5% y el 12% de los turismos de segunda mano que se ponen a la venta en la actualidad, lo que genera un gasto adicional a sus propietarios que oscila entre 154 y 343 millones de euros, derivado de los costes de depreciación, de mantenimiento y de reparaciones.
¿Qué se puede hacer?
Evidentemente, es difícil de comprobar a simple vista porque la manipulación no deja rastro, salvo que acudas a profesionales de la mecánica, que con herramientas y su ‘bagaje’ laboral, serán capaces de dar con ello, ya que existen huellas del ‘delito’ al manipularse la centralita si no han sido muy cuidadosos.
No obstante, si te encuentras en el proceso de adquisición de un automóvil de ocasión, debe imperar el sentido común ante los datos que manejas, es decir, a que exista una lógica entre el uso que dicen que tiene ese vehículo y el aspecto que lleva. Si el coche que te interesa tiene un bajo kilometraje pero tiene un asiento que cruje cuando te sientas en él, ves que el volante está desgastado, que los botones de la consola central tienen las letras impresas desgastadas o el maletero presenta muchos roces en los plásticos que lo recubren, desconfía porque es muy probable que nos estén intentando dar ‘gato por liebre’. Vía http://ww2.autoscout24.es/