Tanto Nicky Hayden como Hiroshi Aoyama inician un nuevo capítulo en sus respectivas trayectorias con su debut con el Drive M7 Aspar y sobre la Honda RCV1000R con configuración Open.
El invierno no ha sido sencillo para los dos nuevos pilotos del DRIVE M7 Aspar. Ambos han tenido que adaptarse a un equipo y una moto completamente nuevos, pero han trabajado contrarreloj para llegar a la primera cita del curso, el Gran Premio nocturno en la pista de Losail, con muchas horas de rodaje a sus espaldas.
Tanto el estadounidense como el japonés saben que todavía deben seguir evolucionando, y que vivirán un curso duro, con mucha paridad entre todos los rivales, pero están dispuestos a asumir el reto desde este fin de semana.
“Aunque el último test fue positivo e hicimos algunos progresos importantes, honestamente pensaba estar más preparado y cerca de los pilotos de cabeza en el inicio del campeonato” reconoce el estadounidense, que fue Campeón del mundo de MotoGP en 2006.
En cualquier caso la adaptación al equipo es cada vez mayor. Será la primera carrera desde mi regreso a Honda, las sensaciones con el chasis ayudan mucho en el pilotaje, me divierto sobre ella. Estamos a punto de empezar una nueva aventura, estoy excitado y ya tengo ganas de empezar. Sabemos que no será sencillo, porque hay mucha competencia, pero el simple hecho de seguir en MotoGP un año más ya es motivo de alegría y otra oportunidad de seguir haciendo bien las cosas”.
Por su parte, Aoyama analiza: “El equipo, la moto, todo es nuevo para mí… Todavía estamos en fase de adaptación. Hace dos semanas estuvimos en Qatar, con los tres últimos días de test de la pretemporada, y tomamos muchos datos que nos serán útiles para este fin de semana”.
“La primera carrera del año siempre provoca una excitación especial. El nivel de la categoría es muy elevado, hay muchos pilotos fuertes en la categoría Open. Nuestra motivación es alta y vamos a intentar arrancar la temporada lo mejor posible”.