La metodología de organización del ciclo productivo para gestionar las fábricas según los mejores estándares internacionales: desde la seguridad hasta el medio ambiente, pasando por el mantenimiento, la logística y la calidad le han hecho merecedora de este premio.
La planta de Tychy entró en funcionamiento en 1975 y, con los años, ha recibido importantes inversiones que la han transformado en una de las plantas de automoción más modernas a nivel internacional. Además de Tychy, Polonia cuenta con otra factoría con la medalla de oro del WCM: la de Bielsko-Biala, donde se producen los motores diésel 1.3 Multijet y gasolina 0.9 Twin Air y que obtuvo este importante reconocimiento el año pasado.
El WCM ha sido adoptado por muchas de las más importantes empresas del mundo. Su metodología se ocupa de todos los aspectos productivos, comenzando por las áreas de seguridad y continuando por los sistemas de calidad y mantenimiento, optimización logística y organización del puesto de trabajo. El sistema engloba un conjunto de evaluaciones periódicas realizadas por auditores certificados que comprueban los resultados alcanzados por la factoría asignándole una puntación de 0 a 100. El proceso de mejora del WCM contempla tres etapas intermedias – Bronce, Plata y Oro – antes de alcanzar la meta final del World Class Level.
Desde 2006 hasta nuestros días la práctica totalidad de las factorías Fiat se han implicado en el World Class Manufacturing y 58 de ellas han recibido, en el transcurso de estos años, al menos un reconocimiento de la Asociación WCM, demostrando que la estructura productiva del Grupo está en constante mejora y ha alcanzado niveles cada vez más altos de competitividad de absoluta relevancia.
Antes de Tychy, hace unas semanas, también recibió la medalla de oro del WCM la fábrica de Tofas, en Bursa, Turquía. Y en junio de este año, recibió el mismo galardón la planta de Pomigliano d’Arco (Nápoles).