La conservación continuada y preventiva de las carreteras supone hasta un 70% de ahorro

La conservación continuada y preventiva de las carreteras supone hasta un 70% de ahorro respecto a levantar la infraestructura desde cero, sobre todo si se presta especial atención, según la ingeniería Euroconsult, a cuatro factores fundamentales: el pavimento, la rodadura (adherencia), la señalización y los puentes y túneles que en España se extienden a lo largo de más de 2.500 kilómetros.

Las labores de conservación, en la mayoría de los casos, pasan desapercibidas para los conductores porque se realizan en las horas de menor tráfico para no dificultar el tránsito de los vehículos, pero debido a los ajustes presupuestarios derivados de la crisis, el firme de la carretera muestra cada vez más achaques que sufren los conductores en su día a día, acumulando un déficit de inversión que, según la Asociación Española de la Carretera (AEC), se eleva a 6.200 millones de euros.

Precisamente, para reducir este déficit, Euroconsult destaca que la inversión en conservación no tiene que ser indiscriminada, sino que debe analizarse en dónde, cuándo y cómo invertir para optimizar al máximo los recursos públicos empleados. Y, sobre todo, deben dirigirse los esfuerzos a la conservación preventiva a través de la auscultación del estado del pavimento para decidir qué tramos necesitan mejoras y con qué prioridad.

De hecho, los 500 millones de euros que se han dejado de invertir anualmente desde 2010 en conservación (al pasar de 1.257 millones de euros a 818 millones para el presente ejercicio) se transformarán, en apenas cinco años, en un desembolso de 12.500 millones de euros. Y es que, según indica la AEC en su último informe sobre el estado de las carreteras, cada euro que se deja de invertir en conservación preventiva supone al menos 25 euros de inversión al cabo de cinco años.

Y, para suplir la escasez de inversión pública y recabar información fiable sobre el terreno, están disponibles cuatro equipos tecnológicos que acumulan años de experiencia en la supervisión de las carreteras españolas. Circulando a la velocidad del tráfico, estos equipos reciben datos sobre el estado de nuestras carreteras, tanto de lo que percibe el conductor como de lo que puede afectar a su seguridad.  Cada uno está especializado en una dimensión de la conservación y sus nombre son: el Curviámetro (mide la deflexión del firme), Scrim y el Splash and Spray Device SSD (miden la adherencia y deterioros de la rodadura), el Visualise (comprueba la reflectancia de las señales) y el Tunnelings (enfocado a túneles y puentes).

Así, el Curviámetro (1) vigila que todos los tramos de carretera tengan un pavimento en buenas condiciones para la conducción, sin deformaciones ni baches. Pero cuando la lluvia entra en escena, siempre existe un riesgo de derrape, sobre todo cuando empiezan a caer las primeras gotas. Para saber si la adherencia de la carretera es la adecuada en momentos de lluvia y también conocer cuánta agua salpica a los vehículos, se usan el Scrim y el Splash and Spray Device SSD (2).

Otro elemento que es vital para facilitar una conducción segura y lo más cómoda posible es el buen estado de la señalización, tanto para las horas de día como de noche. Y es que a través de un equipo integrado en un vehículo en movimiento, Visualise (3) es capaz de valorar  completamente la capacidad retrorreflectante de las señales.

Este trabajo contribuye a reducir la siniestralidad en carretera, que muchas veces se produce por una señalización poco visible o confusa. La visibilidad nocturna de la señalización es fundamental en una sociedad como la nuestra, en la que además la media de edad de los conductores aumenta, lo que supone una pérdida de visión. De hecho, el número de víctimas es 3 veces mayor en condiciones de circulación nocturnas que diurnas, incluso aunque se recorra una menor distancia.

Además, debido a la peculiar orografía española, hay tramos de carretera que discurren por grandes puentes y túneles, algunos de los cuales tienen kilómetros de longitud que hacen necesario seguir muy de cerca la posible aparición de grietas, humedades o cualquier otro riesgo que ponga en peligro la infraestructura. El equipo Tunnelings (4), adaptado a la superficie curva del túnel, es capaz de detectar cualquier anomalía que se produzca con una precisión de un milímetro. Este sistema ha realizado la supervisión, entre otras infraestructuras, del túnel de Guadarrama, siendo capaz de comprobar las posibles fisuras en una sola noche, en lugar de los dos meses que necesitan las tecnologías convencionales.

Inversión en innovación 100% española 

Toda esta tecnología al servicio de la carretera se ha desarrollado tras años de trabajos y un importante esfuerzo de innovación 100% español, que ha requerido una inversión anual equivalente al 8% de los ingresos de Euroconsult, una de las diez compañías agrupadas en el Foro para la Ingeniería de Excelencia (Fidex), y que también ha contado con la colaboración de varias universidades españolas y otros organismos públicos de innovación como por ejemplo el Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja.

Además, algunas de estas tecnologías patentadas por Euroconsult, no sólo han suscitado interés en nuestro país, sino también en otros mercados con un sector de ingeniería muy maduro, como Estados Unidos, Alemania, Japón y Reino Unido. Precisamente en estos dos últimos países funcionan con gran aceptación Visualise y Tunnelings, mientras que en economías emergentes de Latinoamérica, como México y Brasil, ya se han puesto cientos de kilómetros de carreteras bajo la supervisión del curviámetro.

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