Máxima seguridad para los más pequeños

Desde la Dirección General de Tráfico se hace hincapié en que aún hay padres que no llevan correctamente sentados a sus hijos en los coches y, por tanto, fallecen en caso de accidente. Desde el Comisariado Europeo del Automóvil (CEA) nos dan los consejos claves para llevar a nuestros ‘canijos’ de la forma más segura posible, empleando para ello los sistemas de retención infantil homologados y pequeñas normas de educación vial.

Cuando te montas en un coche, además de dar el contacto y poner la radio, giras tu brazo hacia la izquierda para coger el cinturón de seguridad y abrochártelo. Este sencillo gesto te está ayudando a salvar la vida en caso de choque ya que evita que salgas disparado por la inercia pero, ¿qué pasa con los niños? ¿Cómo hacer que vayan contigo de la forma más segura posible? Con motivo de la vuelta al colegio, el Comisariado Europeo del Automóvil recuerda cómo hacerlo correctamente.

Las dos modalidades más usadas son ir a pie o en coche particular. En el primero de los casos basta con no perder de vista a los niños, asegurándose de que van de tu mano, cruzando por los pasos de cebra no sin antes mirar a cada lado de la calle y evitando que correteen entre los automóviles aparcados, ya que alguno de éstos se podría poner en marcha sin que el conductor se percatase y atropellarlos. Si por el contrario utilizas el coche, siempre deben llevar abrochado el cinturón de seguridad y si son menores, emplear un sistema de retención homologado (aconsejamos que acudas a centros especializados y consultes los informes que realiza la DGT para ver cuáles son más seguros y cuáles menos; encuéntralo a través de un buscador digital o directamente en su página web). Para que te hagas una idea: si no se usa uno de estos dispositivos, nueve de cada 10 lesiones pueden evitarse si se manejan los mismos. Otro más claro: en un choque a unos 50 por hora, un niño de unos 20 kilos de peso sale proyectado hacia el parabrisas con una fuerza de ¡500 kilos!, lo que supone la muerte inmediata.

Con la seguridad no se juega

Pero existe una tercera vía, cada vez más usada, la de los autobuses escolares. Se calcula que cerca de 17.000 buses autocares (el 40% de ellos son privados) circulan cada día por  España llevando a chavales. Al respecto y tras sucesivos incidentes, se modificó la norma por lo cual, un autobús dedicado al transporte infantil no debe tener más de 16 años de antigüedad desde la matriculación, está obligado a llevar el indicativo de transporte escolar visible tanto en la luna como en el cristal trasero y tiene un seguro obligatorio y un seguro complementario que cubra sin limitación de cuantía la responsabilidad civil por daños y perjuicios sufridos. Asimismo, el piso del vehículo tiene que tener un tratamiento antideslizamientos, las salidas de emergencia son visibles y los martillos rompe cristales tienen que estar en su sitio.

Al igual que ocurre en los turismos, los críos deben abrocharse el cinturón de seguridad correspondiente durante todo el trayecto (está establecido que no debe superar la hora ni el conductor puede exceder los 100 kilómetros/hora). En el caso de que en ellos vayan niños de entre cinco y 11 años, deberán ser de tres puntos (por los dos habituales) y disponer de cojines elevadores. Además, si el 50% de los alumnos que van en el interior son menores de 12 años, siempre ha de haber un adulto para vigilar la subida y bajada de los pequeños, de ahí que lleve un chaleco reflectante según Autoscout24

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