Nani Roma, a por la victoria con más serenidad que nunca

“Las primeras etapas todo el mundo quiere correr mucho y cuesta mantener la cabeza fría. Yo afronto este Dakar con serenidad y la tranquilidad de llegar con los deberes bien hechos durante el año. El coche funciona muy bien y tengo un gran copiloto como es el francés Michel Périn. Además, la experiencia acumulada a lo largo de los años también juega a mi favor”, reconoce un Nani Roma más maduro que nunca.

El piloto de KH-7 no ha querido descuidar ningún detalle y el viernes todavía dedicó unas horas a realizar el último test al volante de su Mini. “Han sido pocos kilómetros pero muy bien aprovechados, porque nos ha permitido hacer las últimas pruebas sobre un terreno muy complicado por culpa de la lluvia y el barro. El Mini funciona perfecto y todo está a punto para la carrera”.

Nani Roma, que anteayer pasaba las verificaciones en el City Center de Rosario, reconoce aguardar con impaciencia el inicio de la competición: “Llevo varios días aquí y la verdad es que tengo ya muchas ganas de comenzar a dar gas. Hace mucho calor, la espera se hace eterna y parece que nunca vaya a llegar el momento de tomar la salida”.

El esperado pistoletazo del Dakar 2014 se daba con una primera etapa entre las localidades argentinas de Rosario y San Luis, con 809 kilómetros para abrir boca, de los que 180 son cronometrados. “En este rally no hay ningún día de trámite y hay que estar muy atentos desde el primer kilómetro porque nunca sabes dónde puede salir un problema. Hemos estudiado muy bien la etapa y sabemos que será muy rápida, tipo mundial de rallys. Creo que será una buena jornada para romper el hielo y tomar conciencia de que la cosa ya va en serio”, pronostica Nani Roma.

Tras mostrarse imbatible a lo largo de todo el 2013, el de KH-7 quiere pasar a la historia como el tercer piloto que gana un Dakar en motos y coches, justo cuando se cumple una década de su victoria sobre dos ruedas. Por ello, el de Folgueroles será esta noche una de las grandes atracciones en el podio de Rosario (Argentina) durante la tradicional ceremonia de ‘largada’.

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