No es de extrañar que Nani haya festejado por todo lo alto su histórico éxito nada más cruzar la línea de llegada y, con lágrimas en los ojos, haya declarado: “Merecía esta victoria. Estoy súper contento porque ha sido una carrera muy difícil, en la que he soportado mucha presión y he tenido que gestionar un entorno muy complejo. En la llegada me he emocionado porque tenía mucha tensión acumulada estos los últimos días”.
El piloto de KH-7 manifestaba que “el título es totalmente justo porque hemos hecho una carrera impecable, en la que hemos cometido sólo pequeños errores a lo largo de días realmente complicados bajo una presión tremenda. Por ello, este triunfo ha sido mucho más difícil que el de hace 10 años en moto, sin duda”.
La regularidad a lo largo de las dos semanas de carrera le han permitido alcanzar el éxito, tras liderar la prueba durante 8 etapas y adjudicarse dos victorias parciales: “Me siento orgulloso de la carrera que hemos hecho. Mi copiloto Michel Périn ha estado fenomenal y el Mini ha funcionado impecable. Todo el equipo hemos hecho un gran trabajo del primer al último día y ésa ha sido la clave del éxito”.
Un éxito con emotiva dedicatoria por parte de Nani Roma: “Nada más cruzar la línea de meta, me ha venido a la cabeza Henry Magne, mi copiloto cuando comencé a competir en coche y que perdió la vida en un accidente que sufrimos en Marruecos en 2006. Quiero dedicarle a él este Dakar”.