Peatones: El colectivo más vulnerable en accidentes de tráfico

De forma generalizada, cuando hablamos de Seguridad Víal en nuestras vías, en la mayoría de los casos tendemos a centrarnos en los conductores y sus acompañantes, dejando a los peatones en un segundo plano.

Sin embargo, en el Real Automóvil Club Vasco Navarro (RACVN), han querido analizar la relevancia real del peatón, como persona coparticipe en el tráfico, expuesto a sus posibles peligros y por lo tanto susceptible de ser estudiado en materia de Seguridad Vial. Así pues, ciñéndonos a los datos registrados, éstos indican que la figura del viandante tiene una importancia considerable y muy a tener en cuenta. Así pues, los peatones fallecidos por atropello representan una cuarta parte del total de las víctimas mortales implicadas en accidentes de tráfico.

Pero, ciñéndonos a datos estadísticos, ¿qué importancia real tiene el peatón como usuario de las vías frente a los conductores? ¿Hasta qué punto debemos darle más importancia y plantear medidas nuevas acorde a ésta?

Veamos pues lo que dicen las cifras, tomando como referencia datos registrados a nivel estatal en el año 2013:

  • Magnitud: fallecieron un total de 378 peatones en accidentes de tráfico, lo que supone el 23% del total de los fallecidos.
  • Tipo de accidente: Después de la salida de la vía, es el segundo tipo de accidente donde se producen víctimas, el 21%.
  • Usuarios vulnerables: Aunque están implicados únicamente en un 13% de accidentes con víctimas, alcanzan el 23% del total de fallecidos.
  • Tipo de vía:
  • En las vías interurbanas fallecieron 154 peatones, suponiendo el 41% de los peatones fallecidos.
  • En las vías urbanas fallecieron 224 peatones, el 59% del total.
  • Letalidad: Es la razón que hay entre el número de fallecidos y el número total de víctimas (muertos y heridos). En la totalidad de los usuarios implicados en accidentes es de 1,3 mientras que en los peatones se alcanza el 3,1. En vías urbanas el valor es 2,0, alcanzando en vías interurbanas 16,3.
    Es decir, una parte importante de los atropellados en vías interurbanas fallecen.
  • Edad.– Destaca un grupo de edad de forma muy importante. Los mayores de 65 años. En vías interurbanas son el 41%, mientras que en vías urbanas llegan al 71%.
  • Luminosidad. Mientras que en vías interurbanas el 61% de los fallecidos fueron atropellados
    por la noche, en vía urbana es por el día cuando se producen más fallecidos, el 59%.
  • Infracción. El 44% de los peatones víctimas en vías interurbanas había cometido una infracción, mientras que en vías urbanas fueron el 42%.
  • Alcohol y drogas. De los peatones fallecidos, el 53% había consumido alcohol, el 50% psicofármacos y el 24% drogas.
  • Evolución. Respecto de 2012 los peatones fallecidos han aumentado un 1%. En las vías interurbanas el aumento fue del 7% mientras que en las vías urbanas se ha producido un descenso del 3%.

Estos datos pertenecen al informe Las principales cifras de la Siniestralidad Vial en España, 2013, elaborado por la Dirección General de Tráfico (DGT), excepto los referidos a Alcohol y drogas, que pertenecen a la Memoria sobre la incidencia de alcohol, drogas y psicofármacos en los conductores, acompañantes y peatones fallecidos en accidente de tráfico del Instituto Nacional de Toxicología, 2014.

LOS PEATONES TAMBIÉN TIENEN NORMAS

Una parte importante de los atropellos se producen cuando el peatón ha cometido alguna infracción, por lo que no viene mal recordar las normas que afectan a los peatones. Las más frecuentes son irrumpir en la vía o circular por ella de forma antirreglamentaria, cruzar sin respetar los semáforos o fuera de los pasos para peatones y subir o bajar de los vehículos sin prestar atención al tráfico.

Prioridad

En principio los vehículos tienen prioridad de paso sobre los peatones, excepto:

  • En los pasos para peatones señalizados.
  • Cuando realicen un giro y encuentren peatones cruzando, aunque no tengan paso para peatones.
  • Al atravesar un arcén por el que estén circulando peatones que no tengan zona peatonal.
  • Cuando los peatones suban o bajen de un vehículo de transporte colectivo, en el espacio que hay entre el vehículo y la acera.
  • Las filas escolares o comitivas organizadas.

Circulación de peatones

Como norma general, los peatones tienen que circular por las zonas peatonales si existen. En caso contrario, circularán por el arcén, y en último caso por la calzada. Aunque se utilicen patines o monopatines, no se puede circular por la calzada, y mucho menos arrastrado por un vehículo. Se circulará por la acera, a la misma velocidad que una persona andando.

Aunque es una norma muy conocida, no debemos olvidar que cuando se circule andando por carretera, hay que circular por la izquierda según el sentido de la marcha. Así se puede ver el tráfico que se aproxima.

Al atravesar la calzada, se deben utilizar los pasos para peatones, sin olvidar que aunque se tenga preferencia hay que asegurarse que los vehículos van a ceder el paso. Si no hay paso para peatones, la calzada debe atravesarse de forma perpendicular, para que el recorrido por la calzada sea el menor posible.

Ya hemos visto que en carretera una parte importante de los fallecidos se producen por la noche, por lo que se hace imprescindible hacerse ver. Si se circula fuera de poblado, por la calzada o el arcén, de noche o cuando las condiciones meteorológicas disminuyan la visibilidad, se debe llevar un dispositivo
luminoso o reflectante que sea visible desde 150 metros como mínimo.

USUARIOS VULNERABLES

Tenemos que considerar a los peatones como usuarios vulnerables en la circulación. Ya hemos visto que tienen muchas probabilidades de verse involucrados en un accidente de tráfico y que además sufren lesiones más graves en caso de accidente.

Las personas mayores

Son un grupo muy afectado por los atropellos. Es importante conocer los problemas que pueden tener como peatones para colaborar con ellos en su seguridad:

  • Tienen un deterioro de las capacidades sensoriales, especialmente las capacidades visual y auditiva, que les dificulta la percepción de los vehículos, de la velocidad que llevan éstos, y la capacidad de evaluación de la relación entre la velocidad que llevan éstos y la distancia.
  • Ligado al deterioro de las capacidades sensoriales, este colectivo cuenta con una perdida de capacidad de reacción (estímulo/respuesta), que se traduce en una perdida de reflejos.
  • Sus limitaciones físicas les hacen tener problemas para cruzar una calle, subir bordillos altos, calzadas muy anchas, etc, por lo que muchas veces cruzan por sitios indebidos.

Los niños

Los conductores tienen que tener en cuenta que:

  • Tienen dificultades de audición. No son capaces de distinguir la procedencia del ruido de un vehículo que se aproxima.
  • Tienen impedimentos con la visión. Debido a su baja estatura, tiene un campo visual limitado y dificultades para ver el tráfico entre los coches aparcados.
  • Los más pequeños confunden ver con ser vistos. Piensan que si ellos ven al vehículo, el conductor también les ve a ellos.
  • Tienen dificultad para calcular distancias y velocidades.
  • Desconocen las normas del tráfico.

En los últimos años, los fabricantes han modificado la parte delantera de los vehículos con el fin de hacerla menos lesiva para los peatones. Por eso, no debemos modificarla, añadiendo extras como faros, parachoques, etc, que puedan ser peligrosos.

CONSEJOS PARA LOS CONDUCTORES

Para evitar el atropello a peatones, hay que adoptar una serie de precauciones:

  • Moderar la velocidad ante la presencia de peatones en la calzada o en las proximidades, especialmente si se trata de niños o personas mayores. También si los peatones van con auriculares, hablando por el móvil, con un paraguas, están trabajando en la vía, etc.
  • Tener precaución al dar marcha atrás o maniobrar al salir de un estacionamiento, especialmente si se trata de vehículos con poca visibilidad (todoterrenos, monovolúmenes, etc.
  • No hacer señales a un peatón para que cruce la vía. Puede ser atropellado por otro vehículo que no le haya visto.
  • Disminuir la velocidad al acercarse a un vehículo que se detenga, especialmente si se trata de un autobús o de transporte escolar.
  • Prestar atención al atravesar pasos para peatones, zonas peatonales o al salir de un garaje.
  • Cuando se circule de noche, adaptar la velocidad a la zona iluminada por las luces, de forma que se pueda frenar si aparece un obstáculo.
  • Si en carretera observa un vehículo inmovilizado prevea la posible irrupción en la calzada de sus ocupantes.

CONCLUSIONES

Vistas y analizadas las cifras, los perfiles y las características de cada caso, en el RACVN consideran que el peatón, tiene una importancia igual a la de los conductores en cuanto a participación de la Seguridad Vial se refiere, e incluso mayor si nos ceñimos a la vulnerabilidad. Por ello mismo, este colectivo debe ser tomado en cuenta, de forma consecuente, de tal manera que, tanto los conductores como los viandantes tomen por igual las medidas necesarias (y/o incluso de obligado cumplimiento), para anticiparse y evitar cualquier situación de riesgo y/o de posible accidente.

Así, conductores y peatones cuentan por igual con una serie de derechos y de obligaciones por el simple hecho de compartir las vías y ser co-participantes del tráfico.

Debemos ser conscientes de que la cuarta parte del total de víctimas mortales implicadas en accidentes de tráfico son peatones y que entre todos ellos los mayores de 65 años junto con los niños son los más vulnerables. Si bien es verdad que, el riesgo es mayor en vías urbanas que interurbanas, por ser los lugares en los que más transito hay y también más interactuación entre peatones y vehículos.

Por norma general la vulnerabilidad es mayor en la medida que disminuye la carrocería del vehículo. Así pues, si realizásemos una escala que midiera la vulnerabilidad de cada tipo de usuario de mayor a menor, el peatón sería la usuario más vulnerables (ya que no hay más carrocería ni más medio de transporte que él mismo), seguida de cerca por los ciclistas y por los motoristas.

Esto hace que se deban extremar las precauciones, empezando por los propios peatones, pero también por parte del resto de usuarios para preservar la seguridad, tanto de los usuarios de los vehículos como de los viandantes.

Otro aspecto a tener en cuenta, son las distracciones de conductores y peatones y los factores o elementos que las producen. Siempre hemos recomendado no utilizar cascos de música que eviten que podamos escuchar los ruidos del entorno, especialmente si el viandante se encuentra en zonas compartidas por automóviles y peatones o si va a cruzar una carretera. Sin embargo, en la medida que avanza la tecnología, aparecen nuevos condicionantes que pueden suponer un peligro añadido. Así, el uso de smartphones o teléfonos móviles, tabletas o videoconsolas no son recomendados mientras exista un mínimo riesgo de atropello (cruces, carreteras, autopistas).

Por otra parte, y también ligado por la tecnología, cabe destacar la apuesta que están realizando los fabricantes, que antes hemos mencionado, para incrementar la seguridad no sólo de los usuarios de los automóviles sino también de los peatones. Así, las marcas están trabajando el diseño y las formas de la parte delantera de los vehículos para que éstas (las partes frontales de los automóviles), sean menos lesiva para los peatones. Al mismo tiempo se están desarrollando otros sistemas como el de frenado autónomo de emergencia, e incluso airbags para peatones. En ese sentido, en el RACVN creemos que toda medida es poca, pero sí es bienvenida si su cometido es incrementar la seguridad de viandantes y usuarios de vehículos. Por ello mismo, aplaudimos toda apuesta de los fabricantes en materia de seguridad, y toda innovación que se realice en esta materia.

Asimismo, y para terminar, en el RACVN, consideran que las máximas para la convivencia entre vehículos y peatones deben ser la prudencia, el respeto y la coherencia. ¡Hay mucho en juego!

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