El objetivo de este último test desarrollado en el Este marroquí era evaluar al mismo tiempo las prestaciones y la fiabilidad del coche con los 3 equipos de pilotos: Stéphane Peterhansel/Jean-Paul Cottret, Carlos Sainz/Lucas Cruz y Cyril Despres/Gilles Picard.
Como en el caso del propio Dakar, no siempre es posible controlar todos los elementos y la región de Erfoud, sede de las pruebas, fue escenario de espectaculares inundaciones que dejaron el terreno en muy mal estado pero, por otro lado, permitieron probar a fondo el coche en un entorno mucho más exigente y, de este modo, proseguir con su evolución.
Para preparar el Dakar, cuanto más duras sean las condiciones de las pruebas, más reales son éstas y los tres pilotos están ahora mucho mejor preparados para la más exigentes de las carreras automovilísticas tras haber podido probar sus coches en condiciones muy variables. Entre los obstáculos que el equipo encontró en Marruecos merecen destacarse los caminos pedregosos, las dunas de arena, las estrechas pistas con gravilla y, a una velocidad superior, las grandes extensiones desiertas llanas.
“Debo haber venido aquí al menos en 15 ocasiones en mi carrera y jamás había rodado tan rápido: la manera como trabajan las suspensiones del PEUGEOT 2008 DKR es realmente fantástica” explica Peterhansel. “Incluso en las dunas, es increíble contar con tanto agarre con tan solo dos ruedas motrices. El coche es realmente rápido aunque no nos sea del todo posible saber dónde estará en relación con los competidores. De todos modos, hay una cosa segura y es que es un coche con una base excelente. Y puesto que se trata de un dos ruedas motrices, hay que adoptar un estilo de conducción limpio –evitando derrapajes- y eso es algo que he conseguido durante las pruebas”.
Cyril Despres, el rookie del equipo, comenta: “ Me queda todavía mucho que aprender pero en este coche me siento como en casa. La manera de pilotarlo no difiere en exceso del pilotaje de una moto aunque es, lógicamente, mucho menos cansado, en especial para las rodillas y las piernas: por primera vez desde hace mucho tiempo, no me duele nada después de una serie de pruebas con vistas al Dakar. Es además ahora cuando me doy cuenta de lo difícil que era pilotar y navegar al mismo tiempo. Me pregunto incluso cómo podía hacer tantas cosas antes una vez me he adaptado a trabajar con un copiloto que se encarga de un montón de aspectos a bordo. Para mi, estas pruebas tenían como objetivo adaptar mi experiencia en moto al pilotaje del coche. En algunos sitios tal vez habría sido más rápido con la moto pero la mayor parte del tiempo en el coche he conducido mucho más rápido”.
Carlos Sainz ha podido también probar el coche en una gran variedad de pistas africanas y ha trabajado en los reglajes con largos bucles de prueba –más de 350 kilómetros cada vez- con el fin de reproducir al máximo las intensas jornadas de carrera que el equipo afrontará en el Dakar.
“Este programa es un nuevo desafío, reconoce el dos veces Campeón del Mundo de rallys. Construir un coche para el Dakar siempre resulta difícil pero construir un coche de acuerdo con un concepto completamente nuevo es muy interesante y creo firmemente en él. Estas pruebas nos han ayudado a comprender mejor el comportamiento del coche y tengo muchas ganas de que llegue el día de la salida. Hemos conseguido acumular muchos kilómetros en condiciones muy representativas de lo que nos encontraremos en Sudamérica, algo que era nuestro objetivo al iniciar las pruebas”.
La hora de la verdad llegará del 4 al 17 de enero de 2015 con 9.000 kilómetros de una carrera durísima que atravesará tres países.
“Hemos trabajado sin parar para tener los tres coches listos” concluye Bruno Famin, el director de Peugeot Sport. “Una vez terminadas las pruebas en Marruecos y con los coches volando hacia Argentina, la próxima etapa de nuestra aventura será ya la salida de la prueba”.