Este primer acontecimiento se rigió por las normas de las competiciones de turismos, por lo que se utilizaron vías públicas en un recorrido de 100 kilómetros que rodeaba la sierra de Guadarrama, cerca de Madrid, cruzando Valladolid.
Esta vuelta se tenía que recorrer con maestría tres veces.
El Gran Premio finalizó el 15 de junio de 1913 con un emocionante resultado para Rolls-Royce: don Carlos ganó el Gran Premio y Eric Platford quedó en tercer lugar. Rolls-Royce celebrará el centenario de su victoria el cuarto trimestre de 2013, cuando el nuevo Rolls-Royce Wraith se conduzca en España por primera vez. El gran turismo definitivo combina el refinamiento y el lujo más exclusivo con potencia, estilo y dramatismo.
«La potencia para cruzar la sierra de Guadarrama, la fiabilidad, la calidad y la resistencia fueron los pilares del excelente resultado de aquel primer acontecimiento de hace 100 años», afirmó James Crichton, director regional de Rolls-Royce Motor Cars Europe. Hoy, la calidad y el refinamiento son el lema de Rolls-Royce y creemos que la primera oportunidad de conducir en España el Rolls-Royce más potente de la historia, el Wraith, es la ocasión perfecta para celebrar aquel extraordinario resultado de hace 100 años. Como homenaje, incluso hemos bautizado un nuevo color de acabado exterior para el Wraith con el nombre «Salamanca Blue».
El centenario del éxito en el Gran Premio de España coincide con el centenario de la competición Alpine Trials. Esta semana, un equipo oficial de Rolls-Royce compuesto por Ghosts contemporáneos y Silver Ghosts clásicos ha emprendido un recorrido por algunas de las carreteras de montaña más hermosas y exigentes de Europa, a través de Austria, Italia y Eslovenia.