Sin la extensión del PIVE 3, el retroceso de las matriculaciones superaría el 4%

Estos datos –hechos públicos con motivo de la puesta en marcha de la cuarta edición del Plan PIVE con una dotación de 70 millones hasta final de año- muestran cómo gracias a esta extensión, las matriculaciones cerrarán el año con una cifra algo superior a las 700.000 unidades, aunque lo cierto es que estamos todavía ante un mercado deprimido muy por debajo de los 1,2 o 1,3 millones de unidades que es el volumen que correspondería a nuestro país teniendo en cuenta las variables de población, renta per capita y motorización.

En opinión de Ganvam, que representa a 4.600 concesionarios/servicios oficiales y 3.000 compraventas, estas cifras evidencian la necesidad de articular un plan de incentivos con carácter indefinido hasta que la salida de la crisis sea una realidad y los primeros síntomas de recuperación comiencen a trasladarse al consumo de las familias.

El presidente de la asociación, Juan  Antonio Sánchez Torres, aprovechó también este anuncio para recordar que los incentivos de estos planes de estímulo no son ayudas a fondo perdido al sector sino ayudas directas al comprador del vehículo con un claro retorno ya que por cada euro invertido se recuperan dos vía IVA, Impuesto de Matriculación (en su caso) e Impuesto de Hidrocarburos.

El vehículo usado crece

Como excepción, uno de los segmentos que está contribuyendo positivamente a las cuentas de resultados de la distribución es el mercado de vehículos de segunda mano que en estos últimos años se han convertido, por su buena relación garantía/precio, en una solución real de movilidad para muchos españoles, hasta el punto de que ya se venden 2,2 usados por cada uno nuevo.

Sin embargo, esta afirmación tiene también su letra pequeña ya que al calor de la crisis ha proliferado la venta callejera por parte de particulares que se hacen pasar por profesionales, una actividad ilícita que sustrae más de 300 millones de euros anuales al sector. Asimismo, el 62% de las operaciones que se realizan en el mercado de ocasión son entre particulares, con vehículos de bajo precio y en unas condiciones que distan mucho de los estándares de calidad, garantía y mantenimiento que ofrecen lconcesionarios y compraventas.

Así, las ventas de turismos de ocasión crecieron un 8,1% en el acumulado del año, impulsadas por las compras de particulares que se inclinan cada vez más por vehículos mileuristas fácilmente pagables al contado. Para este año se espera que el mercado de ocasión cierre con un incremento del 6%, superando así las 1.670.000 unidades.

Los talleres, se resienten

Asimismo, la actividad reparadora también está padeciendo los efectos de la caída de ventas y el envejecimiento del parque por una doble vía. Por un lado, la debacle del mercado ha provocado que en los últimos siete años hayan dejado de entrar al parque más de tres millones de vehículos, lo que supone menos masa crítica de vehículos para reparar.

Por otro lado, la mayor antigüedad de los vehículos rodantes -propiciado por el retraso del cambio de vehículo y el auge de los coches usados más veteranos- está reduciendo la frecuencia de pasos por el taller ya que, al contrario de lo que se piensa, un vehículo de más años se repara menos ya que suelen estar asegurados con franquicia, por lo que las reparaciones se limitan a las imprescindibles. En los últimos años la actividad reparadora se contrajo en torno a un 21%.

Asimismo, a esta realidad del mercado hay que añadirle un problema adicional como es la competencia desleal de talleres ilegales que concentran ya el 20% de las operaciones que se realizan en España. En la actualidad, esta práctica supone unas pérdidas de 1.000 millones de euros para el sector reparador legalmente establecido.

Para el presidente de Ganvam, “es necesario articular un plan integral para el sector de automoción que, por un lado, siga impulsando las ventas de automóviles y rejuveneciendo el parque, pero también que acaben con lacras tan preocupantes como la venta callejera o los talleres ilegales. Estos representan un foco claro de economía sumergida además de una competencia desleal para todo el sector que cumple legalmente con sus obligaciones tributarias. La revisión global de la fiscalidad del automóvil orientada a gravar más el uso y no la compra, en línea con las directrices europeas, es también otra asignatura pendiente”.

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