Desde finales de 1998, la marca apostó por la inyección directa en los motores diesel, algo que no ha parado de perfeccionarse con continuas mejoras dentro de las que se enmarca la nueva tecnología BlueHDi. Estos motores se anticipan ya a la futura norma Euro VI, y ofrecen numerosas ventajas tanto para el cliente como para el medio ambiente. Para ello desde Citroën se ha trabajado en tres líneas: la mejora del rendimiento interno, la reducción de las pérdidas y el uso de elementos auxiliares sólo cuando sean estrictamente necesarios.
Como resultado el usuario se encuentra con una elevada potencia junto a una reducción sustancial del consumo. En el caso del nuevo Grand C4 Picasso, el consumo con ciclo mixto, y con la caja de cambios manual de 6 velocidades, se sitúa en los 4,2 litros cada 100 km (4,3 con llantas de 18 pulgadas), y con la nueva caja de cambios automática de 6 marchas se registra un consumo de 4,5 l/100 km (4,6 con las llantas de 18 pulgadas).
Por otro lado, la tecnología BlueHDi se caracteriza por el respeto al medio ambiente reduciendo al máximo sus emisiones de CO2. De esta manera, tanto con ciclo mixto como con caja de cambios manual se consiguen los 110 g/km. Ya con la caja de cambios automática la cifra asciende únicamente a 117 g/km.
Para conseguir estas excelentes cifras Citroën ha introducido a la tecnología BlueHDi un módulo SCR (Selective Catalytic Reduction) colocado justo antes del filtro de partículas. Esta extensión reduce en un 90% los óxidos de nitrógeno (NOx) convirtiéndolos de manera constante en vapor de agua (H2O) y Nitrógeno (N2).
Además, Citroën continúa con nuevas implementaciones de este sistema en diferentes mecánicas y vehículos. En el caso del Grand C4 Picasso, el BlueHDi ha sido combinado por primera vez con una caja de cambios pilotada y el sistema Stop&Start. Y próximamente esta tecnología también estará disponible en el Citroën DS5 en su versión 180 CV.