Tesla, el fabricante de coches de lujo eléctricos, ha contratado por lo menos 150 trabajadores procedentes de Apple, muchos más que de otras empresas, incluidas otras marcas de coches. “Las filosofías desde el punto de vista del diseño está muy alineadas”, ha dicho Musk, el cofundador de Tesla, en declaraciones que recoge Bloomberg.
Al tiempo que los coches se parecen cada vez más a ordenadores, los fabricantes luchan cada vez más por atraer el talento que viene de las empresas tecnológicas de Silicon Valley. En el caso de Tesla, esto se ha convertido en todo una estrategia. Sobre todo si tenemos en cuenta que, según algunos analistas, el software puede llegar significar el 60% del valor del coche de aquí a diez años.
Los empleados que han dejado Apple para irse a Tesla han basado su decisión en lo atractivo de los coches y también en la personalidad de su CEO, Elon Musk, cuya reputación (temperamental, obsesiva y atenta al detalle) se parece un tanto a la del fundador de la marca de la manzana, Steve Jobs.
La influencia que Apple ha ejercido en los coches de Tesla es evidente en su Modelo S, que salió a la venta en 2012 y que incorpora una pantalla táctil de 17 pulgadas que controla la mayor parte de las funciones del coche y tiene acceso a Internet.
Además de en los coches, la influencia de Apple también es evidente en las tiendas de Tesla, que operan como si de un Apple Store se tratara. Incluso el método de distribución de sus vehículos es muy similar, reduciendo a la mínima expresión la participación de franquicias.
Los fabricantes de coches ponen su punto de mira en la bahía de San Francisco en busca de talento, porque los informáticos hablan otro lenguaje y significan innovación. Atrás quedan los años en los que era Detroit, la cuna del automóvil, quién marcaba el ritmo del sector.