El CIS es la última encuesta verdaderamente importante hecha pública antes de las Elecciones. En la Comunidad Valenciana se salía razonablemente bien al PP, con posibilidad de gobierno autonómico y de la capital a poco que acuerde lo que sea (coalición, pacto de gobierno, pactos puntuales) con Ciudadanos. También la favorece que EU salga de Les Corts, porque los famosos restos de la Ley D’Hont serán para los populares. Por eso por las dos cosas La Sexta redobla esfuerzos.
Y a partir de ahí ¿qué?, ¿cómo va a evolucionar la madre de todas las encuestas hasta llegar al escrutinio en la noche del 24? Pues hay dos factores extra que el PP considera muy importantes, y que también jugarían a su favor: Andalucía y Gran Bretaña.
El primero de esos factores correctores es el del enquistamiento de la situación política andaluza, en donde a estas alturas todo el mundo colige que si no hay gobierno es porque los emergentes no quieren. Andalucía nos proyecta, pues, la sombra de la inestabilidad institucional que también en esta autonomía generaría poner en manos de los nuevos partidos la formación del gobierno.
Parecida conclusión se obtendría del reciente resultado electoral en Gran Bretaña, en donde las encuestas daban como aquí, riesgo de gobierno inestable fruto de difíciles acuerdos. Un riesgo conjurado a tiempo en las urnas por unos electores que le dieron mayoría absoluta al partido gobernante.
Pues eso.