Actividades culturales con ánimo de lucro

La Llotja de la Seda o Llotja de Mercaders es una obra maestra del gótico civil valenciano – declarada en 1996 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco-, fue construida entre 1482 y 1548, constituyéndose en un edificio emblemático de la riqueza del siglo de oro valenciano (siglo XV) y muestra de la revolución comercial durante la Baja Edad Media, del desarrollo social y del prestigio conseguido por la burguesía valenciana.

Les Torres dels Serrans es una de las doce puertas que custodiaban la antigua muralla cristiana de la ciudad de Valencia. De estilo gótico de finales del siglo XIV (años 1392 a 1398), su nombre parece provenir de su situación, al noroeste del casco antiguo, como entrada natural que comunicaba con los caminos que iban a la comarca de Los Serranos.

Está información, como muchas otras, es accesible a cualquier persona con solo navegar en el amplio mundo de internet tanto si tiene conexión personal o se utiliza los servicios wifi de edificios públicos. Aparece además en todos los libros de textos de historia y literatura valenciana. Pero no todo el mundo tiene la oportunidad de admirad con sus ojos la majestuosidad del edificio de la Llotja o ascender y visitar Les Torrens dels Serrans. Lo que se estudia en los libros o en la red se ve amplificado ostensiblemente cuando compruebas in situ esas características enumeradas en un texto o conviertes su visita en un agradable día de excursión cultural. Nos pasa a los adultos y por supuesto mucho más a los niños y/o jóvenes.

La Conselleria de Educación y Cultura –en funciones- está preparando un decreto que da luz verde a los colegios concertados para aprovechar esas visitas culturales para cobrar de más a los padres y utilizar el “sobrante” para mantenimiento de instalaciones etc… Puntualiza que las actividades no serán obligatorias, faltaría. Miren, la formación y educación de nuestr@s niñ@s y jóvenes no puede estar supeditada al nivel económico de sus padres y les aseguro que muchos niñ@s se quedarán sin visitar La Llotja porque con el precio que les van a cobrar por la excursión tienen para comer varios días. Los colegios públicos programan estas visitas culturales – al menos un par cada curso -, enseñan a nuestros hij@s a utilizar el transporte público, a comportarse en “sociedad”, a respetar el patrimonio y por supuesto a contemplar, sentir, tocar,… lo que los libros les cuentan.

Menos mal que esta negra etapa se acaba; menos mal que la materia gris del gobierno autonómico tiene fecha de caducidad; menos mal que ya no corren por nuestras calles los bólidos de Fórmula 1, porque si esto dura mucho más son capaces de programar visitas al circuito y dar el visto bueno a los concertados para cobrarles a los padres entrada de palco vip….eso sí nos venderían que son “escuelas deportivas”.

Por cierto ¿alguien le ha preguntado la opinión a los padres de alumn@s de los centros concertados?.

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