Modesto Martínez

Al poder desde la demagogia

La demagogia nos está demostrado que es la mejor forma de llegar al poder. El presidente Suárez, en boca de todos estos últimos días, decía «quienes alcanzan el poder con demagogia terminan haciéndole pagar al país un precio muy caro». Y siendo sinceros no se equivocaba un ápice.

El arte de la demagogia, es muy sencillo: decir lo que la gente quiere escuchar, aunque olvides que no se puede realizar o, como mínimo, es muy complicado. Halagar con palabras bonitas a la gente, decir lo que el pueblo quiere escuchar pero no ofrecer solución alguna, es muy fácil. Incluso, como han hecho muchos, hacer fotografía de lo que ocurre pero no dar una mínima solución ni propuesta. Estos últimos, valores indispensables para ser un buen demagogo. Por ello, y volviendo a la frase de Suárez, los países, CCAA, ayuntamientos o cualquier administración acaban pagando muy caro, pero mucho. Más de los que algunos creen.

En breve, nos enfrentamos a una campaña donde las cosas deben estar claras por parte de todos: partidos y votantes. Una época electoral donde las ideas y las propuestas son fundamentales. No vale decir lo que estamos viendo todos, envolverlo en una bonita marca y querer venderlo, hay que dar soluciones a los problemas que se plantean en la sociedad actual. Como decía Abraham Lincoln «La demagogia es la capacidad de vestir las ideas menores con las palabras mayores».

Como decía, quiero ideas, proyectos y soluciones, no que me vendan algo que nunca puedan lograr y lo acabemos pagando muy caro. Hemos pasado cuatro años duros, donde el gobierno del Partido Popular, ha trabajado a fondo para sacarnos de la crisis, podemos continuar ese camino o cambiarlo y ver si la demagogia funciona o no.

Por Modesto Martínez

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