Jorge Garcia-Gasco Lominchar abogado y colaborador de ValenciaNews - LA MANADA NO, LA HORDA

ANIBAL BARCA Y LA POSVERDAD

Mientras me comía hoy una hamburguesa vegana con una lograda apariencia de ser de auténtica carne (y muy buena, dicho sea de paso), me he sorprendido a mí mismo con una reflexión acerca de la posverdad; ese neologismo que nadie hace gala de usar, excepto un servidor; y a mucha honra…

Hace algún tiempo diseñé un logotipo en forma de parche para coser en mi chupa de cuero con motivo de un espectacular viaje en moto que proyectamos siguiendo la ruta de Anibal Barca.

Barca fue un general cartaginés (de Cartago, no Cartagena) que protagonizó una de las grandes hazañas bélicas de su tiempo al conquistar Sagunto y emprender un increíble viaje por todo el arco mediterráneo, cruzando los Alpes a lomos de elefantes  y poniendo rumbo a Roma con el fin de reducirla a cenizas. Es lo que se vino a llamar La Segunda Guerra Púnica. No está muy claro qué ruta concreta siguió pero fue fascinante investigar los posibles caminos (hoy carreteras) por los que se dice que pasó, siguiendo su estela, pero esta vez a lomos de un elefante moderno: una Harley.

No voy a entrar en detalles pero su hazaña ha sido una de las más recordadas de la Historia y él ha sido descrito como uno de los mejores estrategas militares de la Antigüedad. Por suerte o por desgracia (eso nunca se sabrá) su empresa no tuvo éxito y Roma siguió siendo la dueña del mundo conocido durante muchos siglos más; pero esa es otra historia.

SONS OF ANIBAL BARCA (Hijos de Anibal Barca), era el título del pretencioso parche, en honor al gran general, que fue capaz de poner en jaque a la superpotencia de la época.

La cosa es que para crear un contexto histórico y aroma épico al parche, escuchando a Puigdemont en TV3 se me ocurrió inventarme que mi mujer, de origen saguntino, era descendiente directa del propio Anibal, ya que cuando conquistó Sagunto (que en aquella época era una formidable fortaleza aliada del Impero Romano) hizo esclava a la más hermosa de las doncellas patricias de la ciudad, con la que tuvo varios hijos, descendiente de los cuales, era mi mujer, por lo que hasta mi propio hijo llevaría en sus venas la sangre de Anibal Barca. Le comenté que lo fuera diciendo por ahí, a todo el mundo; sin complejo ninguno, como si lo hubiera leído en los libros de Historia.

–          ¿Pero cómo voy a ir por ahí diciendo esa mentira, Jorge? – me preguntó ella.

–          Da igual que sea mentira. Tú, lo dices, y al que te lo discuta, le gritas muchas veces “¡¡¡FEIXISTA, MANIPULADOR, OPRESOR!!!” y con eso desarbolas cualquier argumento.

Y chico, funciona de maravilla. Si lo llego a saber, en lugar de SONS OF ANIBAL BARCA hubiera puesto SONS OF WIFREDO EL VELLOSO; seguro que a mi mujer le ponen una plaza en Barcelona.

En fin, cosas que le pasan a uno…

 

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