Antes muerta que sencilla

Antes muerta que sencilla, seguro que con esta frase muchas nos sentimos identificadas y así es, nos encanta ir a la peluquería, a la esteticién, ponernos guapas, relajarnos y mil cosas más que se puede hacer cuando acudimos a un centro de belleza. Por ejemplo cuando yo visito la peluquería, que es la de mis propias hermanas, me siento, me cojo una revista y me pongo a ojearla, es mi momento, momento de olvidarme del móvil, del estrés, primero veo que es lo que pasa por el mundo del corazón, elijo los modelitos que más me gustan, vale, si, también al chico que más me llama la atención de la revista y lo titulo, mi Mr revista, se que suena friki, pero yo me lo paso bien, y no hago daño a nadie, además mi vista se alegra, mientras busco al que podría ser mi pareja ideal, escucho a la señora que está contando la anécdota de lo que le pasó el día anterior en el supermercado, si, dicen que escuchar es de maleducados y a mi me han educado muy bien, pero oye, es inevitable, estamos allí todas y entre ruido de secador y ruido de secador, una no puede evitar escuchar y reír con la señora, de repente entra la otra, a la que yo llamo todo terreno, la alegría de la huerta, me fascina ver esa alegría, como transmite ese positivismo, no puedo evitar sonreír de oreja a oreja, eso si, siempre recibo la misma pregunta, que cuando va de boda, de mi boda, porque ella se ha auto invitado, lo único que no hay novio, así que la pobre señora tiene que esperar un poco más, pero lo que más me gusta es que ella me sube el ánimo, me lo arregla enseguida, me dice: con lo guapa que eres, pareces una modelo, eres maravillosa, que les pasa a los chicos de este país, que no ven lo que tienen delante contigo, pues mira, mi sobrino, tiene un amigo, que tiene un hermano que es ideal para ti. Un trabalenguas que sólo de escucharlo me hace una gracia tremenda, sigo con mi sonrisa en la boca, aunque ahí no acaba todo, porque llega mi abuela, y suelta aquello de: es igual, déjala, más vale estar sola que mal acompañada. En fin, que mientras mis hermanas me peinan y me dejan bonita de la vida, porque lo que es cierto es que una antes muerta que sencilla, las chicas, chicos y mujeres me han arreglado mi vida sentimental, es decir, me voy extremadamente guapa por el peinado, con los vestidos de la revista, mi Mr revista y el novio que me han asignado los clientes de la peluquería, así da gusto ir a peinarse, iría todos los días y no me queda otra que decir aquello de, antes muerta que sencilla, esta frase es la excusa perfecta de ir a la peluquería y salir con la vida solucionada.

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