BIO-Alimentarse: Comer como el gorila

¿Intentas estar más sano y llevas largo tiempo cambiando de una dieta a otra para encontrar una perfecta en la que tu cuerpo no se queje? Pues aliméntate como los simios, porque en esta fórmula parece estar el secreto de nuestra genética nutricional. Una dieta a través de la cual le proporcionemos al organismo el mejor de los combustibles, sin que se produzcan daños por problemas en la digestión y asimilación.

Hoy no va de ecología. O sí. Pero al incluir el prefijo BIO no me refiero a los alimentos ecológicos (cultivados sin químicos) sino a un concepto nuevo, la Bio-compatibilidad con los productos que elegimos para nutrirnos.

La Nutrición, como el resto de ciencias, está en constante revisión y cuando ya parece que sabemos algo sobre el enfoque a seguir para preservar la salud, aparecen investigaciones nuevas que nos invitan a dar un giro y a incorporar nuevos argumentos.

La alimentación bio-compatible, en la que he profundizado de la mano del doctor Rafael García Chacón, uno de los mayores expertos y divulgadores internacionales en este tema, apunta que “por muy nutritivos que sean los alimentos que tomamos, si no están de acuerdo con nuestra genética serán una fuente de deterioro y enfermedad”. Es tan sencillo cómo decir que hemos de seguir la herencia nutricional que tenemos como especie. Y en este proceso evolutivo aparecen nuestros antepasados los grandes simios, con los que tenemos en común un 99 por cien de nuestros genes.

Esta teoría se basa en la necesidad de consumir alimentos que podamos procesar bien y que nos aporten materiales para construir células y tejidos fuertes, moléculas que ayuden al funcionamiento óptimo del organismo y que le proporcionen combustible para funcionar.

Estamos biológicamente diseñados para procesar unos alimentos y no otros. Si tomamos grandes cantidades de los que no podemos digerir, metabolizar y, por lo tanto, eliminar sus residuos, acabaremos por tener disfunciones y enfermedades. Y ahí estamos. Ampliando los hospitales y los botiquines de medicamentos en casa.

Y casi de inmediato surge la pregunta: ¿Y de qué se alimentan los simios?. De vegetales, frutas, semillas oleaginosas, brotes, raíces y agua. Todos estos productos, con los que tenemos una elevada Bio-compatibilidad tienen en común que los podemos comer crudos.

Si hemos de cocinar algún alimento para poderlo digerir ya no pertenece al grupo de alta compatibilidad, pasan a un segundo o tercer plano de importancia. El resto de alimentos que hoy están en nuestra dieta han sido añadidos, según el doctor García-Chacón, por el devenir histórico y sin que nuestra adaptación genética lo haya permitido de forma gratuita. Por ello se paga un precio con la salud.

Pero además de los nutrientes que necesitamos para mantener la vida, la alimentación Bio-compatible introduce un segundo concepto muy importante: los eco-reguladores, miles de fitoquímicos que actúan como antiinflamatorios, sustancias antioxidantes y estimulantes del sistema inmunológico que están incorporados en los alimentos y que deberían tenerse en cuenta en la ingesta diaria.

¿Qué contendría una pequeña guía de los alimentos más compatibles con el hombre?

1. Frutas: Todas son adecuadas pero deben preferirse las de estación y tomarlas completas con su piel y semillas. Pero atención a los tóxicos de la capa exterior si no son ecológicas

2. Hortalizas no feculentas: De forma especial la zanahoria, la remolacha, el apio, la cebolla y el rábano. Y en un segundo grupo de importancia: berros, calabacín, coliflor, brócoli, alcachofa…

3. Semillas oleaginosas: Con un gran contenido en fitoquímicos, minerales, ácidos grasos y proteínas de alta calidad. Preferir las almendras, el sésamo, las nueces y las semillas de girasol.

4. Almidones: Los más importantes; arroz, avena, cebada, centeno, maíz, mijo y trigo. Siempre integrales y en pequeñas cantidades. Interesante tomarlos germinados.

5. Leguminosas: Una excelente fuente dietética de fibra, con nutrientes y fitoquímicos protectores que reducen el colesterol. Garbanzos, soja, judías y lentejas. Mejor consumirlas frescas, remojadas toda la noche y con verduras.

¿Y del resto de alimentos: huevos, carnes, lácteos, café, cacao? La alimentación bi-compatible dice que mejor reducirlos al máximo o no tomarlos, porque el organismo humano tiene una capacidad de adaptación, pero solo hasta cierto punto. Pasado este, somos huéspedes de hospitales y asiduos de médicos y de ahí a perder la salud para siempre sólo hay unos pasos.   Lo Bio sigue ganando terreno, al fin y al cabo, es el propio pulso de la vida que se abre paso y nos muestra el camino.

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