Caer en gracia…

Seguro que ha escuchado ¨Ha caído en gracia¨, sinónimo de ¨Qué suerte ha tenido¨. Caer en gracia, es por norma general difícil. Agradar a todo el mundo es imposible y saber qué hacer en cada momento de tu vida es una toma de decisiones acertadas y erróneas.

Hoy en día con nuestra querida ¨crisis¨ a nuestras espaldas, caer en gracia a la hora de realizar una entrevista de trabajo es marcar la diferencia entre tener el trabajo o no. Una simpleza, un pequeño detalle, una afición insignificante, una palabra con una sonrisa y estamos dentro…

Un amigo, me comentó por qué fue seleccionado para el puesto de trabajo al que optaba y la gran sutileza, sin contar su gran CV, experiencia y estudios e idiomas, pues como él, había unos cuantos, fue ese detalle, fue su afición y cito textualmente ¨a la buena mesa¨ sí, comer, disfrutar comiendo, disfrutar de los manjares delante de una buena mesa y compañía.

Gracias a su placer por disfrutar comiendo, fue elegido para el puesto de trabajo. Se desmarcó, se diferenció del resto de candidatos. Él va al cine, lee libros, le gusta viajar, pero supo diferenciarse y cayó en gracia con su gusto por la buena mesa. No lo buscó, simplemente dijo la verdad, con más miedo a ser rechazado que a esperar un efecto positivo.

Caer en gracia, no depende de uno, depende de muchas circunstancias que deben darse, para entablar una agradable conversación, para tener las palabras adecuadas en una entrevista de trabajo, para estar en el momento adecuado para conocer al amor de tu vida, para decidir seguir avanzando en la vida… caer en gracia es cuestión de mil detalles, de mil formas de pensar, de nada y de todo, de hacerlo todo y no hacer nada para lograrlo.

Al igual ocurre con grandes marcas y otras que no pasaron de sus inicios, cayeron en gracia a sus clientes. Tocaron su fibra, y nadie sabe cómo, y ni todo el marketing del mundo hubiera podido haberlo hecho mejor. Nacieron y directamente conquistaron a sus clientes. Simplemente estaban destinadas a tocar la fibra emocional, a crear una marca capaz de atraer clientes y más clientes y luego siguieron la inercia, aplicando el marketing y conquistando a nuevos clientes.

¿Os acordáis de esa marca tan buena de ropa? ¿No? Normal, no cayó en gracia. ¿Por qué? Porque los clientes decidieron que no era diferente, que no aportaba un valor añadido, que no era original… y tal vez era mucho mejor en calidad, en colorido que el resto de marcas del mercado, pero… el cliente decidió que, no. El cliente es el que decide y dispone.

O lo tienes o no lo tienes, la gracia, el toque diferente e irresistible, capaz de despertar emociones a tus clientes. Si lo tienes, habrás caído en gracia… pero no te duermas en los laureles, tendrás que trabajar y trabajar para seguir adelante y hacer las cosas correctamente.

Y usted ¿Su marca, cayó en gracia?

Emil Serrano
Consultant Marketing

@Emil_MKG
Blog emil MarKetinG

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