Campaña bajo 0 de mucho Photoshop

La de las europeas está siendo una campaña bajo cero. Fría. Si no fuera por las banderolas de las vallas, nadie  imaginaría que hay que ir a votar el 25-M. El debate entre Cañete y Valenciano no interesó a nadie, y el dato de audiencia del 9% así lo evidencia. Pero es que el nivel medio fue de suspenso, por la estructura de un formato tan rígido y precocinado que no merece la pena ser visto, y por la escasa habilidad al mostrar gráficos, mirar a cámara y sonar convincente. Bazofia televisiva.

Esta campaña no está siendo ejemplar tampoco en sus mítines. Que una vicepresidenta del Gobierno como Soraya Sáenz de Santamaría sólo arrastre a 300 personas a un mitin en Elx, es un mal síntoma. Es verdad que el PP se ha esforzado en multiplicar su presencia a base de pequeños mítines. Pero no es menos cierto que la trascendencia de éstos está siendo muy limitada. Un ejemplo: en Mislata, estaba prevista la asistencia de Rus y Fabra. Finalmente sólo acudió este último, con casi dos horas de retraso, y con un aforo que no superaba las 50 personas, siendo optimistas. Y ningún medio de Comunicación, salvo El Meridiano L’Horta, para contarlo.

La desaparición de Canal 9, la inhumana hora de algunos mítines y la escasez de periodistas en las plantillas de los medios, hacen muy complicada la presencia de redactores. Se impone el enlatado y, si no interesa el tema, directamente el apabullante silencio.  Nadie graba ya con cámara de vídeo, porque no hay a quien enviarle las imágenes.

En las anteriores europeas, TVE y Canal 9 estaban obligados a ir a los mítines que les marcaban los partidos. Y se ponía más empeño en reventar los aforos, para comunicar fortaleza. También es verdad que eran otros tiempos. Pero ahora, si se pincha, no pasa nada. No hay peligro.

Precisamente por eso, los mítines están siendo fríos. Sin medios ante los que enseñar músculo, el acto local se convierte en una mera reunión de colegas. Sólo adeptos, militantes, convencidos y simpatizantes. Ciudadanos anónimos interesados por las propuestas de los grandes partidos, en honrosos y escasos actos.

Esta campaña se ha caracterizado también por la importancia de las Redes Sociales. Y del Photoshop, uno de los mejores programas para editar imágenes, probablemente el mismo con el que han convertido a Cañete en una suerte de Papá Pitufo Azul.

Los dardos hacia Cañete por su desafortunado comentario sobre las mujeres, -menos mal que se ha disculpado-, y el recordatorio de González Pons a las palabras pronunciadas por Valenciano cuando llamó ‘feo’ a Franck Ribéry, han dado y darán aún mucho juego en Internet.

Twitter y Facebook, se quiera ver o no, llegan a muchas más personas que los mítines. Y de toda clase y condición. La efectividad de utilizar bien estas armas, jugando con la ironía y el sarcasmo, es muy superior a cualquier mitin en el que se fletan autobuses para conseguir subir el nivel de aplausos entre forofos de un mismo equipo.

Fernando Alabadí

Director de El Meridiano L’Horta

www.elmeridiano.es

@MeridianoHorta @Fernandoalabadi

 

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