Comunicación y poder

El significado se construye en la sociedad a través del proceso de la acción comunicativa, y los medios de comunicación han operado tradicionalmente en sociedades donde el poder está más o menos jerarquizado entre individuos, grupos y clases y donde los media tenían o aún tienen algún tipo de relación con la estructura de poder, sea político o económico. Los medios, por tanto, han construido y difundido los significados inherentes a esas relaciones de poder jerarquizadas y unidireccionales.

Cuando hablamos de medios es difícil no seguir pensando en éstos como oligopolios empresariales que se caracterizan por lanzar sus mensajes a una audiencia de masas. Desde este punto de vista, las relaciones entre los que detentan el poder y los que lo sufren, entre políticos y ciudadanos, entre representantes y representados, depende esencialmente de lo que ocurre en el espacio comunicativo de los mass media.

Se suele decir que la toma de decisiones políticas depende de los medios de comunicación, pero para seguir manteniendo esta opinión en la actual sociedad-red donde los media tradicionales están perdiendo terreno en favor de otros sistemas de información y comunicación de muchos a muchos facilitados por Internet, debemos tener en cuenta cómo han funcionado hasta ahora los media como transmisores del poder simbólico, de la propaganda y de la creación de consenso.

Noam Chomsky ejemplifica perfectamente como el poder político es capaz de legitimar acciones contrarias a las inclinaciones o deseos de la población, utilizando el recurso a la creación de consenso a través de los media.

Sin embargo analizar cómo funcionan ahora los sistemas de comunicación, donde Internet se está fortaleciendo como medio de medios en red, hipertextual, interactivo, desjerarquizado, flexible, accesible como herramienta de información y autocomunicación para los individuos –al margen de las agenda-setting creadoras de opinión pública de los media- implica la necesidad de entender las cosas desde otro paradigma comunicacional.

La superioridad histórica de las organizaciones del poder vertical jerárquico sobre las redes horizontales se debe a que las organizaciones sociales tenían grandes límites materiales en relación a las tecnologías disponibles. Pero la capacidad de las redes horizontales para introducir no sólo nuevos actores sino nuevos contenidos comunicativos en el proceso de organización social, con cada vez más independencia de los centros de poder, se ha visto incrementada con el cambio tecnológico y la revolución que supone Internet.

Ahora hay una segunda gran fuente de poder: la capacidad de programación de las redes que depende en última instancia de la posibilidad de generar, difundir y poner en práctica los discursos comunicativos que enmarcan la acción humana. Estos proyectos alternativos sobre dónde debe estar ahora el poder, planteados por los actores sociales, están re-programando la redes de comunicación y a su vez transformando la forma en que nos informamos y comunicamos en la sociedad-red y por tanto movilizando las conciencias y las opiniones de la gente sobre las relaciones de poder.

Pero lo que está aún por ver es si los media seguirán siendo un instrumento de represión y de mantenimiento del statu quo político o instrumentos de emancipación en el marco de un nuevo modelo democrático y participativo.

Fina Godoy. Periodista

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