Comunicación y política

A mí hay una frase que, en boca de políticos, me pone los pelos de punta: “he entendido el mensaje”.

El primero del que tengo constancia que la pronunciara en público fue Felipe González, tras un sustillo electoral cuando los GAL, Filesa y aquellas cosas del Pleistoceno. La frase le valió cuatro años más de poder, porque los ciudadanos creyeron que Felipe les había entendido. Felipe entendió que todo lo que él y los suyos tenían era un problema de comunicación.

Los gobernantes siempre creen que tienen problemas de comunicación, porque, evidentemente lo que hacen lo hacen bien pero no saben explicarlo. Lo que pasa es que cuando lo explican, por lo general, no hay quien les entienda. Ahora con el PP es lo mismo, y además, como escribió un veterano cronista alicantino que luego se aplicó a sus prédicas, es que “no tiene quien le escriba”.

Tampoco será exactamente eso, y no será cuestión aquí y ahora de repasar nombres. Pero a nivel local ya no son tantos como solían ser. ¿Porque no está el complemento de las tertulias?, ¿porque no hay tertulias?, ¿o porque no hay fondo que vender? Sin dinero que gastar (invertir) ni en medios ni en políticas de titular suficiente, prevalece -negro sobre blanco- lo gris.

Y a eso sólo se le puede hacer frente, y más teniendo en cuenta que en los adversarios hay Mónicas Oltras para inaugurar programas, Joseps Morenos para sacar a todos una sonrisa aderezando cataratas de datos, Ignacios Blancos con los que contagiarse bílicamente, y Pablos Iglesias con los que entretenerse, con -ahí va la provocación- Jorges Vestrynges de cuando el ahora contertulio izquierdista era eficaz látigo joven en manos de Manuel Fraga.

O sea, con buenos fajadores y polemistas con aire moderno capaces de ir a tertulias con Cuatro árbitros comprados (o convencidos), mientras los jefes de prensa que saben enseñan, y sus jefes que no sepan se dejan enseñar. A la espera, por supuesto, de que Montoro afloje más mosca, imprescindible cebo de primera para los vendedores de pescado envuelto en papel de periódico.

Vale también para el grupo parlamentario socialista, que “no llega” según alguno de los suyos. Recuerden todos que los políticos comunican a través de las noticias que de sus actos nos llegan, y que los ciudadanos “comunican” a través del voto. Aunque si ahora les llamamos seguro que la mayoría está ya … comunicando.

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