De Ballmer a Roig. De Microsoft a Mercadona.

Todo multimillonario que ha ganado su fortuna a base de trabajo duro y algo de fortuna, sueña con ser el dueño de algo. No es una cuestión de megalomanía, responde más a una cuestión de separar trabajo y placer.

El último rico que se ha comprado un equipo de baloncesto ha sido Steve Ballmer, cofundador de Microsoft. Su compra han sido Los Angeles Clippers, uno de los equipos de moda ahora en la NBA. Antes, algo así como casi 30 años antes lo hizo Juan Roig. El que hoy el líder indiscutible de la sociedad civil valenciana; y al que se lo discuta, suerte; hace años que pertenece a la élite de los megaricos que tienen un equipo.

Más de 10o millones de euros se ha gastado para que haya baloncesto en Valencia. De otro modo, el Valencia CF, capaz incluso de sucumbir él mismo como hemos visto en las últimas fechas a manos de indocumentados como Llorente, hubiera dejado morir su sección y hoy sólo el fútbol sería élite en Valencia.

Pues bien, la broma llega cuando el señor Ballmer se ha empeñado en poner una norma estúpida. Ha prohibido que todos los empleados del club, desde ascensoristas hasta jugadores, usen productos de la marca Apple. Así, del tirón, se ha cargado una buena imagen de la campaña de la manzana. Casi todos los jugadores NBA usan iPhone, pero es que, además, algunos tienen contratos de marketing y esponsorización con la marca Beats (auriculares) que acaba de ser adquirida por los de Cupertino.

¿Se imaginan a Juan prohibiendo a sus jugadores comprar en otro supermercado que no sea Mercadona? Es un poco salvaje la medida. Lo sé. Pero es lo que ha llevado a cabo ya el que fuera socio de Microsoft y que odia, después de hacer sólo una fortuna de 30.000 millones de dólares, a la marca fundada por Steve Jobs. 30.000 millones y te preocupas por esta pamplina.

Steve, te lo digo, estás para encerrar.

Os dejo con el Top10 de los Clippers del año pasado, que es de largo mucho más espectacular que el del Valencia Basket.

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