¿Dónde está mi marketing? En su móvil

Hoy en día tener un móvil, un Smartphone, es tener el poder en sus manos. Así es. O por lo menos es lo que creemos. Estamos conectados con todos nuestros amigos, enemigos, colegas de trabajo, familiares, desconocidos, con organismos conocidos y otros que ni conocemos, gobiernos, empresas de España, de Europa o de EE.UU. y sin saberlo, nuestros datos están por todas partes y somos generosos y cada día, cada minuto, damos más y más… y ¨gratis¨. Recibimos un servicio a cambio, pero la cantidad ingente de información que generamos, no tiene precio. A todos ellos les decimos dónde estamos, a qué hora y si rascamos un poco más, hasta con quién vamos a comer o a cenar.

¿Se han parado a pensar? Creo que no. La cantidad de veces que aceptamos una licencia para descargar una ¨App¨ o lo que es lo mismo, una aplicación de software que se instala en su Smartphone u otro dispositivo, que nos ofrece unos servicios, ya sean de ocio, redes sociales u otros, y que esta viene de EE.UU. y le damos al ¨ok¨ aceptando unas condiciones que encima, están en inglés y que no entendemos (algunos), si nos están atando de por vida a un servicio o si les estamos autorizando a que pueden disponer de nuestras vidas en cualquier momento… Confiamos muchas veces más en una aplicación para nuestro Smartphone, que viene de EE.UU. que en un organismo público de nuestro propio país, o en un amigo de toda la vida. Menuda ironía.

¿Le daría permiso a Drácula, para entrar en su casa a que le chupase la sangre? Seguramente más de un@ diría que sí. Pero fuera bromas, eso mismo es lo que está haciendo (dependerá de la App) cada vez que acepta condiciones a través de su móvil sin leerlas, ya sea en español o en inglés a que utilicen información más o menos privada. Pero una vez le da al ¨ok¨…

Pero no me cansaré de repetir, que si tiene un secreto, se lo cuenta a la almohada y en voz bajita.

La próxima vez que descargue una ¨App¨, léase, por lo menos, las condiciones y a qué está dando autorización. Y de todo esto, es el marketing, quien se aprovecha, grandes empresas que manejan una cantidad de información sobre nuestras vidas y que tienen un perfil sobre nuestros gustos, aficiones, horarios, desplazamientos y un largo etc. En principio, la privacidad está garantizada… pero, como en todas partes, si en algún momento se necesitan esos datos, sea la razón que sea (normalmente legal), su privacidad pasará a segundo plano.

Recuerde las leyes las escribe el hombre, y el mismo hombre las aplica. Y una misma ley, aplicada por diferentes hombres en diferentes situaciones y tiempo, puede variar y dejarnos perplejos.

Y usted ¿Acepta sin leer las condiciones?

Emil Serrano
Consultant Marketing
@Emil_MKG
Blog emil MarKetinG

Ir arriba