¿Dónde estás?

Te echamos de menos. Hace días que tu silencio nos abruma. Es duro pensar en ti, sentir que ya no te preocupas como antes. Has perdido la pasión. Hace semanas sentíamos tu aliento caliente y nos emocionábamos con tus palabras.

Ahora, el silencio más adusto y deshonesto.

Y digo deshonesto porque tú no eres así. Tú eres arrebatamiento, vehemencia, ímpetu. Eres deseo y victoria. Eres el que pone las calles y enciendes la luz. Eres ‘ruso’ en valencià.

¿Dónde estás Alfonso? ¿Qué ha pasado que te has callado justo ahora que está la venta del VCF más caliente que nunca? ¿Qué te ha pasado? ¿Por qué measte fuera de tiesto hace semanas, proclamándote presidente del Valencia y ahora estás callado y maniatado?

Alfonso, ¿quién te pone la pierna encima?

Es, acaso, que la oferta rusa te ha mandado callar para evitar más discursos a lo Castro o es que, como publican, los rusos no te quieren ni ver. Qué dudas, Alfonso.

Al menos yo te echo de menos. Siempre me has parecido cómico. Pero eso es lo que se le pide a un presidente de club de fútbol, que sea gracioso. De política ya no hablamos, porque es evidente que no es tu prioridad habida cuenta el caso que le haces a tu alcaldía.

Permíteme que te cante citando a los maestros, Alfonso: “¿Dónde estás, quiero verte, dónde estás, princesa de mi soledad…?

Vuelve, Alfonso. Sal ahora y hazte grande.

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