EDITORIAL. Bandera arcoíris, de Valencia a Washington

Este fin de semana se celebra en algunas ciudades de la geografía valenciana actos del colectivo LGTB. Desde que en 2005 el estado español se pusiera a la cabeza de la modernidad social al reconocer y legalizar el matrimonio homosexual, el reaccionarismo homófobo no ha arreciado en sus críticas. Además el alcalde del Cap i casal, para mayor deleite de columnistas cavernarios, ha decidido que el Ayuntamiento luzca este fin de semana la bandera arcoíris; ahora además de hacer bromas sobre el método de transporte que elige Joan Ribó para ir a su lugar de trabajo -la famosa bicicleta-, se le sumarán todo tipo de bromas y vituperios relacionados con su orientación sexual. Bueno, hasta aquí nada nuevo. Pero ¿y si es Estados Unidos el que legaliza los matrimonios gais?, la respuesta es clara, seguro que esos mismos que aplauden la tiranía estadounidense en política internacional, ahora se volverán contra Barak Obama. Cabe recordar que el presidente de EEUU siempre se ha mostrado favorable a esta figura de derecho ahora refrendada por el Tribunal supremo.

Creemos valiente la postura de Ribó y Obama por muchas razones, pero sobre todo por esas personas que soportan o han soportado todo tipo de humillaciones y vejaciones a costa de su sexualidad. También servirá de ejemplo para aquellos países en los que, todavía, no solo no está bien vista la homosexualidad, si no que además algunos se juegan la vida por mostrar su propia libertad. Frente a esta igualación de derechos entre ciudadanos iguales, ¿qué nos queda?, ¿la recuperación de la Ley de vagos y maleantes por la que muchos homosexuales acababan en prisión?, ¿la represión y los intentos de “curación” en los adolescencia de estas personas? Creemos que es mucho sano visualizar con la naturalidad la presencia en nuestras sociedades de la igualdad desde la diferencia.

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