El próximo jueves comenzará el juicio por la pieza 3 del caso Gürtel, relativa a las presuntas irregularidades en contrataciones de Fitur. Entre los imputados en este caso destacan nombres de calado del PPCV, como “la declarada en rebeldía” y exconsellera de Turisme, expresidenta de les Corts y todavía alcaldesa de Novelda Milagrosa Martínez, Angélica Such (también exconsellera de Turisme) y Rafael Betoret, regente del PP en las comarcas valencianas centrales. Además mucho cargo intermedio de la Agència Valenciana de Turisme (AVT), de segundo escalón de la Generalitat y los televisivos Álvaro Pérez (“el bigotes”) y Francisco Correa. Partiendo de la presunción de inocencia, lo que esta claro es que los medios vamos a seguir de cerca este juicio y la pena de telediarios puede resquebrajar todavía más la imagen y el estado de ánimo de los populares. Y no solo por este juicio, recordemos que tenemos pendientes los affaires de Marcos Benavent (exgerente de Imelsa) y su posible conexión con la administración de Alfonso Rus y la reciente detención de Serafín Castellano (por cierto, ¿el ejecutivo de Madrid ya ha nombrado nuevo Delegado del gobierno?). Además, quedan sumarios por llevar a audiencia en los que hay implicados nombres de miembros del PP, con lo que el curso, sobre todo de cara a las generales de noviembre, se le puede hacer muy largo a Mariano Rajoy y a Alberto Fabra -si es que siguen hasta entonces encabezando la formación conservadora-.
Queda claro pues que las líneas rojas del de Castellón no fueron suficientes, al menos para los votantes, y queda claro también que con este estado de cosas, el PPCV debe tomarse la cosa en serio si quieren seguir siendo alternativa de gobierno. La sombra de otros partidos que por no (querer) atajar sus problemas internos quedaron por el camino, es alargada; ya hay quien habla de descomposición en el PP y de seguir la misma senda que en su día recorrió la UCD de Adolfo Suárez. Utilizando las palabras del portavoz popular en Corts, Jorge Bellver, en este momento se impone la hora de los valientes, de afrontar los problemas, la de sacar las tijeras de podar y la de dar explicaciones, a los suyos, y a la sociedad. Veremos si es él u otro líder popular quien le ponga el cascabel al gato.