El arte de hacer enemigos

Está el arte de lo posible, que es la política. El arte de la guerra, de Sun Tzu, que es toda una lección de estrategia. Y está el arte de hacer enemigos, que es lo que lleva haciendo el PP de la Comunidad Valenciana desde hace unos años. Bien es cierto que Alberto Fabra se las ha visto con una de las peores situaciones que pueda vivir un político, pero está dejando un enemigo en cada esquina y pocos amigos. ¿Por qué no hacen amigos los del PP? (tampoco los hacen los del PSOE, pero esa es otra cuestión).
Obviamente si tienen que meter la tijera en todo porque no tienes un euro generas enemigos. Y muchos. Todos reconocen que durante años se ha gastado en todo más de lo que podíamos, pero cuando llevan las vacas flacas mejor es que se lo quiten a otro. Un ejemplo: Todo el mundo reconoce que tiene una farmacia en su casa, pero pone el grito en el cielo cuando llega el copago en las recetas para evitar el despilfarro. Fabricando enemigos. ¿Pero se puede hacer amigos si hay que implantar el copago?
Durante años conquistar la opinión pública era mediáticamente fácil. Los presupuestos de la Generalitat para propaganda política fueron soberbios. Infinitos. Y todos los medios de comunicación de la Comunidad (yo dirigí uno) han vivido del favor de la publicidad institucional. Pero ahora ha habido que cortar por lo sano. Fabricando enemigos. ¿Pero se pueden hacer amigos sin publicidad institucional?
Las universidades públicas han sido un pozo sin fondo durante años. No importaba lo qué había que gastar en edificios, jardines o fundaciones varias. Dinero para todos. Pero ahora hay que pedir eficacia en la gestión y meterle mano al despilfarro universitario. Fabricando enemigos. ¿Pero se pueden hacer amigos sin contentar a unas universidades ineficaces y corporativistas?
O el cierre de RTVV. O la reducción del todo gratis en los servicios sociales. Todo el mundo reconoce los abusos, pero menuda se monta cuando le tocan la pensión al abuelo. Fabricando enemigos. ¿Pero se pueden hacer amigos cuando esta es una sociedad de intereses creados donde todo son derechos y ninguna obligación?
Y aún quedan la gran parte de los cambios necesarios por hacer. Reducir la planta de cítricos, cambiar los currículos de las universidades para conseguir un capital humano valenciano acorde con la nueva situación mundial, dimensionar educación, sanidad y bienestar social a las necesidades ciudadanas reales y así muchos más que nadie se atreve a pronunciar para no generarse más enemigos. Todo genera enemigos. ¿Pero se pueden hacer amigos si le tocas a la gente su inviable zona de confort?
Fabra y el PP de la Comunidad Valenciana se han pasado años haciendo enemigos. ¿Y por qué no han hecho amigos? El fundador de Facebook, Mark Elliot Zuckerberg dice que para crearse millones de amigos hay que asumir que también vas a tener miles de enemigos. La cuestión es que el PP se crea enemigos por todos lados y no genera amigos. Aunque ellos dicen que la mayoría silenciosa son todos los amigos que no explicitan el Me Gusta.
Y ahí es el gran error. Artur Mas y los nacionalistas catalanes ha tenido que aplicar una política de recortes aún superior a la asumida por Alberto Fabra, pero por cada euro recortado regalan una bandera. Hacen enemigos en el resto de España, pero hacen amigos en el Principado. No puedes quitarle a un pueblo regalías que todos creen merecidas si a cambio no das algo a cambio. Y aquí todos nos creemos con derecho a pan y circo gratis total. Ahí está el arte de lo posible.
El PP no ha desarrollado una estrategia de ilusionar a los valencianos alrededor de un proyecto común. Tarea difícil pero necesaria. Hasta Extremadura lo está haciendo. Solo hemos visto una táctica recortadora por exceso de deuda. No haces amigos diciendo que ya estamos solucionando la decadencia. Haces amigos si a la gente le sale a cuenta tu amistad. ¡Que no tenemos dinero! Contesta enseguida una voz desde el Consell. Pues aprende a hacer amigos sin pagarlos.

Jesús Montesinos

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