William Vansteenberghe, Experto en Inmigración. Aquarius, el frio cortante de las olas

El búnker

Es realmente curioso la facilidad que tienen ciertos estamentos de la sociedad a la hora de rehacerse tras las mayores catástrofes acontecidas en el ramo empresarial en toda su historia.

La Banca denostada por todos y todas, objetivo de todos los odios, creadora de escándalos mayúsculos, ha vuelto. Muchos aclararán que fueron las entidades públicas, es decir Cajas y otros Cajones, las que fueron los culpables de todo con la inestimable ayuda de los politicastros de turno. Cierto es, pero el sector privado devoró al animal moribundo, adquiriendo sus taras y de nuevo, apoyado por dinero público, o sea el nuestro. Esperando al menos 40 años de contrición y silencio inteligente, el Búnker nos ha vuelto a sorprender.

A través de las diagonales de su Fundación, el BBVA, Banco sagaz donde los haya, publicó la semana pasada un informe “fiable” y “desinteresado” afirmando y confirmando por donde tenían que ir los derroteros de la economía laboral para engendrar riqueza y estabilidad, eso sí, sin determinar con claridad para quién.

Sin caer en lo exhaustivo si vale la pena retener de este informe los dos grandes titulares que hicieron la una de la prensa nacional, no de la internacional ya que cuando nosotros vamos ellos vuelven.

La primera vendría a resumirse de esta forma: “El BBVA propone acortar la prestación por desempleo si la Economía va bien”.

La premisa que justifica la propuesta es de lo más peculiar, ya que ni en los mejores momentos económicos de este país, muy pocos por cierto, la Economía fue bien, ya que una Economía sólida es plurivectorial en su estímulo al PIB, cuando lo más normal es el Monocultivo en España, o sea que todos se apunten a un fuente de producción monopolista, como puede ser el ladrillo, el Turismo, el Automóvil , es decir áreas bien concretas donde no tienen cabida los especialistas que se dedican a mantener la Educación, la Sanidad, las transversalidades rutinarias, todos estos parados se ven obligados a adaptarse a un mercado reductor y reducido para poder darle de comer a su familia. Este hecho es una de las bases claras de la fragilidad del Mercado español muy proteccionista y dependiente de muy pocas formas de generación de empleo, y de un escaso movimiento de diversificación. En pocas palabras, salvo escasas excepciones el empresario español tradicionalista o sea timorato, y quiere ganancia fácil e inmediata.

Esto genera un paro endémico que en el mejor de los casos se reduce a niveles matemáticos presentables en Bruselas, pero no en la realidad social. Por lo que resulta ignominioso reducir la cobertura al parado en su formato actual. Este formato por cierto uno de los más deplorables de Europa. Países como Bélgica, Holanda, Dinamarca, hasta Francia, no transforman a su parado en un ladrón de cotizaciones ajenas, como en nuestro país, todo lo contario, le confieren la dignidad de la persona necesitada, asumen la responsabilidad de sus Constituciones, donde el Estado es pleno garante de suministrar un empleo digno a todo ciudadano. Por ello el paro puede disminuir con el tiempo, puede adquirir visos de formación para el empleo, de trabajo voluntario a cambio de la prestación, este punto discutible, ya que la cotización de años nos faculta a recibir lo que es nuestro, el paro; en el Norte jamás desaparece, ya que hace mucho tiempo que estos países han descubierto que mirar por unas gafas de capitalista feroz, o sea dejar de cubrir a los más necesitados, produce problemas sociales, tales como un aumento de la criminalidad, de la cobertura por enfermedad, asistencia social diversa, tan cara como la libertad de consumir su propio dinero que se ha ganado el parado. Además si no se resuelven estos problemas, siempre se corre el riesgo del asalto al Palacio de Invierno o de la pica jacobina, dejo al lector la elección de la primera cabeza.

Lo más asombroso es que gestores que han demostrado un quehacer económico nefasto a nivel mundial, lo que ha producido esta crisis especulativa de monstruosas dimensiones, tengan la osadía de dar una sola opinión a la sociedad política en términos de qué hacer con lo público, ni siquiera con lo privado. Olvidando a la par que los Bancos son el perfecto ejemplo de lo inútil, meros pasantes de dinero ajeno, que prestan y cobran por ello lo que no es suyo, dando al verdadero dueño lo que sobra.

Nadie en este país, ha conseguido estimular el empleo, ni los Servicios responsables, que llegaron a externalizar esta responsabilidad apoyados con dinero europeo, ni los empresarios que siguen acudiendo, la mayoría de las veces al antiquísimo deporte del boca oído a la hora de elegir al más apto, o los más modernos que dejan en manos de imberbes la selección de personal basándose en plantillas inertes a la hora de valorar la experiencia de 40 años de una persona válida, sin contar que a los jóvenes no se les quiere porque no saben nada, y a los viejos tampoco porque saben demasiado.

La Fundación BBVA en un nuevo alarde de sabiduría, afirma que se debe “Retirar las prestaciones de desempleo al que rechace un primer empleo”.

Ni el más tonto de los empresarios podría estar de acuerdo con esta propuesta, ya que sabe que se le colapsaría los servicios de selección de personal con personas “obligadas” a ir a la entrevista de cualquier trabajo que los servicios de empleo le enviasen, aunque no fuese capaz ni físicamente ni mentalmente para realizarlo. Con ello se perdería mucho tiempo y hasta dinero. Pero si los sabios de esta Fundación hubiesen tirado de hemeroteca habrían descubierto que todo esto es agua estancada en otros países, pero acostumbrado a inventar el submarino, no somos capaces de ver la luz del sol, que por cierto brilla para todos, no solo para los expertos del BBVA. Los países que se atrevieron, tuvieron que dar marcha atrás muy rápidamente y volver a una limitación de tres propuestas, dos electivas, en caso de que alguna fuera la antítesis misma de lo que necesita el parado o el empresario, por edad, sexo, fuerza, y ah sí, formación. La tercera ES la vencida, no es que el modelo sea él más eficaz, pero mejora en mucho la atrevida oferta del BBVA.

Además otro de los elementos a tener en cuenta es que los Servicios de Empleo deberían cambiar de la noche al día, o sea deberían ser capaces de ofertar empleo, cosa que en la actualidad no pueden ni saben, porque no hay suficiente empleo, y cuando lo hay, porque no saben encontrarlo, salvo que este venga a depositarse en sus bases de datos solito. De hecho uno de los elementos que deja fuera este informe es la necesidad perentoria de cambiar completamente el servicio de Empleo Administrativo y la mentalidad funcionarial pasiva de sus trabajadores, acostumbrados a que el parado lo haga todo y ellos a mover papel, olvidando una vez más que ellos son los representante directos de la responsabilidad que adquiere el Estado en proveer empleo digno a los ciudadanos.

En Valencia conocedores de la ineficacia del SERVEF, se creó una FUNDACIÓN SERVEF, con el fin de estimular esa búsqueda de nuevas vías de relación Administración/Empresa.

Una de las grandes cualidades del Búnker es su fortaleza, su resistencia, su estática, ventajas excelentes en la guerra pero no en la paz. Los parados no son el enemigo, son personas necesitadas de trabajo, y si no lo hay, hay que pensar en atreverse a repartirlo pero de forma justa, no manteniendo a los que hay con media jornada haciéndolos trabajar todo un día para abaratar costes, ya que eso no facilita la entrada del otro turno de la tarde.

Vivimos tiempos confusos, que son según dijeron algunos, tiempos de oportunidades, pero de momento lo que reluce es la idiotez y la idea manida, sería interesante saber cuánto le costó este informe a la Banca para saber cuántos puestos de trabajo útiles se habrían creado para hacer el mismo informe pero con especialistas salidos del propio paro.

Resulta aterrador la cantidad de personas que trabajan y opinan en puestos de importancia, y que deberían volver a estudiar y además mucho, ya que copiar y pegar el modelo de Mochila Austriaco, lo hace mi hijo de 28 años, y argumentando en voz alta que ni somos austriacos ni lo seremos nunca, por fortuna visto el partido que más crece en este Estado. Deberíamos más bien invertir esfuerzos en mejorar la calidad de lo que ya hay, antes de quemarlo todo, eso sí encendiéndolo con él parado y preguntarnos si están los que deben estar en el mando del paro y en el caso de descubrir que no, cambiarlos a ellos, no a los parados.

Ver a Francia hacer trampa con la Ley y su Asamblea Nacional para favorecer el crecimiento empresarial en unas condiciones penosas para el trabajador, además de insultarlo ya que el trabajador francés es el más eficiente de toda la Unión, parece proyectar una oscura sombra sobre la capacidad de dos estamentos implicados en resolver la crisis, los políticos y los empresarios, ¿Dónde están las herramientas para juzgar su eficacia, y sobre todo los necesarios para castigar su torpeza?

Artículo de colaboración de William Vansteenberghe

 

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