El Caso Gamonal, un antes y un después

El pasado día 17 de Enero por la tarde, el alcalde del Ayuntamiento de Burgos anunciaba la paralización de las obras en el barrio de Gamonal. Unas obras que figuraban en el proyecto electoral de partidos como IU, que vieron la oportunidad de salir ante las cámaras, y se sumaron a la protesta. Lo raro es que esa misma mañana, el propio alcalde de Burgos reafirmaba que las obras no se detendrían pese a los altercados y protestas que se sucedieron durante esa semana.
¿Por qué ese cambio de opinión en apenas unas horas? Vista la repercusión en medios de comunicación del bautizado “Caso Gamonal”, el alcalde de Burgos recibió una llamada desde Madrid para apaciguar la situación. El resultado fue que por la tarde anunció la paralización de las obras. Por todos es sabido que las elecciones europeas están a la vuelta de la esquina.
Una bajada de pantalones en toda regla. Ese cambio de decisión ha provocado que mucha gente piense que el alzamiento en las calles, las barricadas, la quema de contenedores y la destrucción de mobiliario público sea la única manera de poner en jaque al Gobierno y conseguir todo aquello por lo que protestan. Esto que digo no es paja.
Pudo comprobarse en la tarde noche del viernes en la mayoría de capitales de España, donde grupos de jóvenes siguiendo el ejemplo de sus colegas con el “Caso Gamonal”, decidieron destrozar lo que encontraban a su paso. Y también se vio en las redes sociales. Siendo TT durante días, se pueden encontrar centenares de tweets que siguen la misma dirección: “Sólo así nos escuchan” o “Si no se cambian las cosas a las buenas, se cambiaran a las malas”. Incluso el líder de la oposición , Alfredo Pérez Rubalcaba decía que utilizarían todos los medios para parar a la derecha. Muchos desearían salir a la calle y gritar eso de “¡A las barricadas!”.
La democracia en este país ha recibido un fuerte golpe. Provocado por unos, con sus actos violentos, pero ayudado por otros, que han cedido antes tales actuaciones. A ver cómo frena el Gobierno después de su error, los movimientos que irán abriéndose paso. El Caso Gamonal ha marcado un antes y un después. Espero no estar en lo cierto, pero esto no ha hecho más que empezar.

Juanca Castaños

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