Jesús Montesinos

El Cholo Simeone for President

Simeone, Guardiola, Roig, Iñaki Azkuna (ya fallecido) son líderes en sus equipos de fútbol, la empresa o los ayuntamientos. Lo son a base de aplicar el sentido común y las normas básicas del liderazgo y aportan magníficos resultados a sus proyectos colectivos y a la misma vida, como dice Simeone. ¿Por qué entonces los políticos españoles no aplican estas fórmulas? ¿Por qué aplican métodos de liderazgo que les llevan al descrédito?

Es evidente que hay una queja generalizada contra la política y los políticos. La última prueba es la campaña electoral para las europeas, repleta de insultos, discursos populistas y argumentos de campanario. ¿Y si los líderes de los partidos ven ese descrédito por qué no lo remedian? ¿No quieren, no saben o no les interesa?

Los dirigentes de los partidos son precisamente los que más abonan ese caldo destructivo. Da lo mismo que sean Rajoy o Rosa Diez, Mas o Fabra, Mónica Oltra o Pablo Iglesias, Vidal Cuadra o Ximo Puig. Todos están a rajar del adversario. Están llenos de culpa y se dedican a tirar piedras. Todos son enemigos de todos. Menuda fauna. En quince días de campaña solo he escuchado insultos.

Cañete metió la pata con su referencia a las mujeres, pero Valenciano y el PSOE han visto el cielo abierto para centrar la campaña en el machismo. Antes no Europa no estaba en las elecciones europeas, pero ahora ya no está ni la política. Ahora todo es un debate sobre el machismo. ¿Así se lidera un país, una sociedad?

Umberto Eco tiene un magnífico libro de artículos titulado Construir al enemigo, en el que detalla como un liderazgo débil lo que hace es crearse un adversario. Los dirigentes catalanes se han buscado a España. Valenciano está en guerra contra el machismo representado por Cañete. El PPCV al Tripartito. VOX, Podemos, UPyD o Compromís contra los grandes. Muchos valencianistas se excusan contra Cataluña. Y el PSPV quiere ponerle cuernos y rabo al PPCV (¡Vergonzoso el “mai, mai, mai pactarem con el PP” de Ximo Puig!),

Esta campaña es muestra de la gran debilidad política de los líderes españoles, que llegan al climax cuando sacan a pasear las herencias, como si en este lío nos hubiera metido solo Zapatero o Camps. ¡Que en las cajas estaban todos señores!!! Los argumentarlos de campaña son una búsqueda loca de adversarios, como si fueran el monólogo de Gila con el enemigo o El eje de mal que creo George W Busch.

El Cholo Simeone ha demostrado un liderazgo construido día a día sobre una base sólida. En toda la Liga no se la ha escuchado una mala palabra del Barça o del Madrid, pero al final les ha dado en la cresta. Guardiola aplicó las bases de un liderazgo colectivo. Y Juan Roig en su empresa Mercadona, donde está prohibido hablar de El Corte Inglés, Eroski o Consum. Y así actuaba el que fuera alcalde Bilbao, Iñaki Azkuna. Simplemente aplicando tres normas básicas que José Ramón Pin Arboledas (profesor de Dirección de Personas en el IESE) considera indispensable para ejercer un liderazgo:

– Visión de oportunidad de futuro.

– Capacidad de generar ilusión

– Actuación ética.

(Ver también Liderazgo sin Límites, de Ronald A. Heifetz/Marty Linsky en Paidós Empresa)

Así se construye un liderazgo. Y para eso no hay que montar diez mil mítines en campaña como le han montado a Alberto Fabra para meterse con el PSPC/PSOE. Hacer del machismo el eje de la campaña contra el PP. O sacar a pasear banderas reivindicativas sobre Twitter, la carretera de mi pueblo o la corrupción de un concejal,  cuando resulta que aquí se vota la política europea para los próximos años. Cuando no hay liderazgo hay que crearse un adversario. Y así evitar un compromiso de gestión. Somos así.

 

www.jmontesinos.es

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