Hay días mundiales para todo: la mujer, el hombre, el trabajador, los niños, enfermos de una cosa, de la contraria, refugiados, disminuidos, de la sequía, de los animalitos, de la UNESCO, de los gay…Hay días mundiales gusto del consumidor. Pero Nochebuena y Navidad son el día de la Gente Normal. El Día Mundial de los cuñados, suegras, yernos, sobrinos y demás familia propia y política.
Cuarenta y ocho horas para olvidar a Bárcenas, RTVV, Camps, Zapatero, la UGT y hasta el drama del vecino que tiene toda la familia en el paro. En este Día Mundial toca recordarle a tu cuñado que te debe todavía la parte correspondiente de la bebida de la comida familiar de este verano. “¡Es que tu hermano tiene un morro…!” Y así todo el tiempo en valenciano, catalán, gallego o castellano, que en todas partes cuecen las mismas habas.
Comida familiar el 15 de agosto y comida familiar en Navidad . “Cenamos en casa de tu madre y mañana comemos en la de mi madre. Pero dile que no haga tanta comida que siempre sobra y me cojo unos empachos…” “¡Pues no comas tanto!” “¡Claro! Si no como tu madre dice que no me ha gustado. Y tu hermano se pone de los nervios porque tu hija no quiere comer.” “¡Es que tienes una familia…!”
Y así los preludios (“¡Pues mira que la tuya! El año pasado casi me levanto de la mesa y me voy cuando no me dejaban oir al Rey…!”). Pero todo sea por mantener el Dia Mundial de la Gente Normal. ¿Ha elegido usted ya el vino que va a llevar a casa su suegra? Ya sabe que elija el que quiera su suegro dirá que él tiene otro en la bodega del pueblo que es mucho mejor. Guárdelo para otra ocasión.
“¡Callar un poco, que va a hablar el Rey!” “¡Si todos los años dice lo mismo…!” El Rey es el único motivo de discusión no familiar que se admite en un Día como hoy. Se evita la política, la religión y el sexo solo en la cocina. Pero el discurso del Rey alivia las miradas entre cuñados e introduce el primer tema de conversación de la noche: “Está mayor…! “ “¡Y es que ya debería dejarle paso a Felipe!” “¡Eso quisiera Leticia!” “¡Es que tiene una familia! Pobre hombre la que le ha tocado…!” El sobrino que está en la universidad esboza un argumento republicano y su mismo padre le hace callar.
La escenificación se repite el día de Navidad en la otra casa. Los cuñados son otros y los sobrinos todavía no han crecido lo suficiente para comer en la mesa grande. “¡Que noche nos dio ayer tu hermana…!” “¡Tu siempre estás igual, como si aguantar ahora a tu hermano fuera una delicia. Estoy hasta el gorro de estas comidas…!”
A las seis de la tarde del día de Navidad todos vuelven a respirar tranquilos. Ha pasado el Día Mundial de la Gente Normal. Punto final al obligado tiempo de confraternización familiar como ejemplo de la paz y el entendimiento entre las personas. Ahora toca Bárcenas, Siria si me apuran Urdargarín, la UGT, la subida de las eléctricas y hablar de lo inútiles que son los políticos que no acaban con el paro. ¡¡¡Que delicia!!!