El Guerrero del Antifaz

En los años 50 la Editorial Valenciana publicó una serie mítica de tebeos, “El Guerrero del Antifaz” que contó, además, con álbum de cromos. Hoy estos últimos se cotizan a muy elevado precio, tanto como los cromos de “El Coyote”, extraídos de las novelitas de José Mallorquí. Cesar de Echagüie era tan importante como Adolfo de Moncada.

Tanto el uno como el otro, ocultaban su doble personalidad tras un antifaz con el que disimulaban su actuación diaria en pro de los débiles, las clases trabajadoras y contra los poderosos. Ambos eran “buenos” y actuaban contra los “malos” utilizando su posición y sus enormes valores.

Muchos de nosotros aprendimos a leer con los tebeos y tuvimos entre nuestros héroes a quienes nos aportaron la hidalguía, el servicio a los demás, la nobleza y el desinterés. Los ejemplos fueron múltiples: “El Cachorro”, “El Capitán Trueno”, “El Cosaco Verde”, “El Jabato”, “Roberto Alcazar y Pedrín”, “El Espadachín Enmascarado”, “El Puma”, “Tony y Anita”, “Pacho Dinamita”, “El Capitán Coraje”, “Diego Valor”, “Terciopelo Negro”, “El Defensor de la Cruz”…

Las escuelas de Valencia (Editorial Maga Valenciana) y la de Barcelona (Bruguera, sobre todo) confeccionaron millones de ejemplares que sirvieron de ocio a nuestra infancia.

Y somos lo que fuimos.

Siempre había actuaciones nobles tras el antifaz. Sin esperar, en ningún caso, contraprestación alguna.

“El Guerrero del Antifaz” tuvo una larga serie de 668 ejemplares cuyos originales aún conservo. Por su parte las novelitas de José Mallorquí contaron con 191 ejemplares.

Hoy los “héroes” son otros. Y más que héroes villanos. En Madrid se han destapado varios y de muy ruín calaña: uno es Guillermo Zapata, el otro Pablo Soto, una tercera Alba L. Mendiola.

Todos son adalides de Podemos o de candidaturas promorcionadas por ellos. Gente que ocultaba sus miserias y podredumbre moral tras los antifaces de sus “twitters” que han retirado apresuradamente.

Esa es la gentuza que pretende gobernarnos y darnos lecciones de ética. Los que imparten credenciales de democracia y, suponemos, de altura moral.

Lamentablemente, en la Comunidad Valenciana, trescientos cincuenta mil valencianos decidieron enterrar sus ideas, pensamientos y creencias en la abstención propiciando que personas (¿) como las de Madrid dirijan ayuntamientos, diputaciones y Comunidades Autónomas con la colaboración suicida del PSOE.

¡Es hora de quitarles los antifaces y denunciar su auténtico rostro de odio y revancha!

¡Preparémonos para las elecciones generales y responsabilicémonos del futuro!

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