El inicio del fin. Este domingo nuestro espectro político nacional cambiará de arriba a abajo. Todavía más que hace seis meses, que el autonómico y el local. Gane quien gane, quede segundo quien quede, nadie podrá decidir por sí solo, nadie podrá imponer sin más.
Empieza el que espero que sea el inicio del fin de eso que llamamos ‘vieja política’ y que tanto mal nos ha hecho en estos últimos años de democracia. Pero solo es el inicio. Los cambios producidos en la estructura política de nuestro país con la aparición de Ciudadanos y Podemos deberán no sólo mantenerse en el tiempo, sino, y lo que es más importante, regenerar esos hábitos nocivos de esa vieja política.
PSOE y PP siguen sin comprender a la ciudadanía. Siguen sin leer correctamente lo que está pasando. Ven a los nuevos partidos como acompañantes incómodos en sus correrías, no como la expresión de ese cambio que se está produciendo.
Ciudadanos no ha llegado hasta aquí para entrar el reparto de la tarta. Que no cuenten con nosotros para seguir por ese camino de política caduca, egoísta, alejada de la ciudadanía y que tantos recursos desperdicia.
El pasado lunes los dos líderes de esos grandes partidos en decadencia nos mostraron, en el famoso cara a cara, su verdadera realidad. Ninguno de los dos pueden ser líder de la regeneración democrática de España. En realidad, ninguno cree en que sea necesaria.
El 20D tendremos todos los españoles una oportunidad extraordinaria de demostrarnos que ya estamos hartos de tanta hipocresía, mentira y manipulación. El próximo domingo tenemos todos los españoles una oportunidad extraordinaria de producir un cambio en la historia de nuestra democracia. Es necesario, indispensable, ineludible. Votemos con esa ilusión.